🙏 Esta semana no hay patrocinador, así que auto-promoción:

• Iber | Diseño para generarte negocio

Libros recomendados:

• «Como nacen los objetos», Bruno Munari (mi biblia del diseño)

Enlaces recomendados:

• Tuit, “Flujo para diseñar una landing” @ignacioberges
• Tuit, “6 webs con un diseño bien trabajado (mi opinión)” @ignacioberges

Mientras escribía el guión de este podcast estaba en una especie de cafetería, coworking, de Nimega, escuchando Motomami, el nuevo disco de Rosalía.

Te cuento esto para que no te asustes si notas un poco de caos en el podcast. Escucha el disco y lo entenderás.

Pero de lo que quiero hablarte hoy es de diseño web. Ya son casi 6 años desarrollando diseños de webs para mis propios proyectos y también para muchos clientes, y he aprendido algunas cosas claras que, quién sabe, igual te sirven.

No te muevas, que te lo cuento ahora.

¿Quién soy yo para hablar de diseño web?

Esta semana puse un tuit sobre el flujo que yo considero adecuado para diseñar una landing page, te lo dejaré en las notas del capítulo, pero quiero aquí explicar un poco más todos los aprendizajes que he sacado en estos 6 años ya como diseñador freelance.

Además de trabajar para clientes también he lanzado unos cuantos proyectos propios en estos años, de todo tipo.

Esto, entre muchas otras cosas, tiene una cosa muy buena, y es que me permite medir de una forma mucho más cercana el resultado que obtiene el diseño de la identidad y la web. Así que, el tener proyectos propios me da una gran ventaja en este aspecto.

Para mi los proyectos propios son el recreo. Ahí me permito y me atrevo a probar cosas que no me atrevería de primeras para muchos de mis clientes. Y esto me permite validar hipótesis que luego sí puedo aplicar a otros proyectos, pero ya con conocimiento de causa.

Bien, pues de algunas de esos aspectos que he validado y he comprobado que funcionan es de los que te voy a hablar hoy. Con datos. Con resultados.

Habrá muchas otras cosas que funcionen, pero yo solo te voy a hablar de las que he probado en mis propias carnes.

Los fallos que cometemos muchos diseñadores (y no diseñadores) al hacer webs

Y esto lo hago porque la realidad es que muchísimas de las webs que vas a ver en internet están mal diseñadas.

Me atrevería a decir que un alto porcentaje.

Y esto, en un mundo digital, en el que para muchos negocios su web es el activo más importante de su marca, pues es un gran problema.

Piénsalo:

Tu web es tu escaparate.
Tu web es, muchas veces, la primera impresión que un cliente tiene de ti.
Tu web es tu casa y cómo tal debes recibir a tu cliente.
Y, en muchos casos, tu web es también tu tienda y debes conseguir que venda.

La realidad es que muchas de las webs se olvidan de todo esto.

Los diseñadores queremos impresionar. Me incluyo, a mi también me ha pasado. A todos nos gusta llenar nuestro ego mostrándole a la gente de lo que somos capaces.

¿Y qué ocurre?

Pues que muchas veces nos olvidamos de que una web debe tener una función. Debe conseguir que el usuario, o el cliente, haga algo.

Y muchas veces, en ese alarde de impresionar, de buscar la belleza con fin, se nos olvida lo anterior.

Nos centramos en poner animaciones y efectos que muestren lo cool que es el cliente. Lo avanzado que está tecnológicamente.

Y la realidad es que en muchas webs, entre tanto efecto, entre tanto scroll de un lado a otro, entre tanta animación, el usuario se marea. El usuario se pierde.

Se va de tu casa mareado y sin saber qué es lo que había ahí para él.

Se va, sin haber hecho nada.

Y eso, para que lo entiendas, es como cuando una persona entra a una tienda de ropa, revuelve toda la ropa buscando algo, no lo encuentra y se va.

No solo acabas de perder un cliente. Sino que has mareado a esa persona, por lo cual es probable que no vuelva. Además, no se ha enterado de qué le ofrecías. Y no solo eso, es que encima te ha dejado la ropa revuelta.

Otro ejemplo común es que muchas webs te invitan constantemente a que te vayas. Entras y lo primero que te muestran es bien grande los enlaces a tus redes sociales. Imagina que entras a comprar a una tienda y el tendero te dijese, si quieres salimos a jugar a la calle. ¿lo verías normal?. No. Cuando alguien entra en tu casa lo que quieres es que se sienta cómodo y quiera quedarse.

Con todos estos ejemplos es probable que, a estas alturas, ya sepas de qué te estoy hablando. Es más, estoy casi seguro de que a ti te pasa a menudo cuando entras a muchas webs. Es probable que ni te enteres, porque tienes veinte pestañas abiertas en Chrome y esa es una más, la cierras, y punto.

Pero ese negocio es probable que haya perdido una gran oportunidad.

Y los trenes no vuelven.

Así que visto cual es el problema que tienen muchas webs, te voy a contar lo que, en mi experiencia, funciona en una buena web.

No hay patrocinador, así que, me auto-promociono

Como esta semana no hay patrocinador, y estamos hablando de diseño web, que es a lo que me dedico, pues aprovecho para auto-promocionarme. Así es, a cara perro además.

Igual lo que cuento en este podcast no va contigo, o no estás de acuerdo, y me parece estupendo, pero si mi enfoque del diseño te parece interesante para tu negocio, pues igual podemos trabajar juntos.

Puedes contactarme en estudioiber.com

P.D: Aviso de que en estos momentos mi web no es el mejor ejemplo, en casa del herrero cuchara de palo, ya sabes, falta de tiempo y al final nos dejamos para el final, pero te anuncio que estoy trabajando en un rediseño para unificar la web de ignacioberges.com y la de estudioiber.com , pero del porqué de esta estrategia te hablaré en otro episodio. O no. Ya veremos.

Lo que yo creo que debe tener un buen diseño web

Bien.

Ya hemos hablado sobre los errores que cometen muchísimas de las webs que hay en internet. Muchísimas.

Pero ahora quiero hablarte de lo que en mi opinión funciona.

‍

Verás.

Lo primero que debes preguntarte es ¿cuál es el objetivo de mi web?

Repito: ¿cuál es el objetivo de mi web?

No puedes responder a esta pregunta con varios. No. Porque la realidad es que estoy seguro de que habrá un objetivo que prime sobre el resto. Concéntrate en el objetivo principal, todo lo demás serán cosas que acompañen a conseguir el objetivo principal.

Y ojo con confundir esto con el objetivo de tu negocio. El objetivo de tu negocio ya se que casi seguro, salvo que seas una ONG, es vender, pero no tiene porque ser el de tu web.

Si es una tienda online, obviamente el principal objetivo es vender.

Pero puede que no, puede que sea una web que en primera instancia busca captar el email de esos primeros visitantes que llegan en frío, para después ir trabajando ese acercamiento, ese proceso en el que el usuario te va a ir conociendo, poco a poco, hasta ganarte su confianza y entonces sí que estará en un momento oportuno para venderle.

Esto pasa muy a menudo si vendes servicios o productos con un ticket alto. Es muy difícil que alguien, sin conocerte de nada, entre en tu web y te compre por lo que vea ahí. Piénsalo, a que tu no paras por la calle al primero que ves, y solo por su aspecto le contratas.

No. Pues en el mundo online es igual.

Entonces, reflexiona sobre dentro de tu estrategia para captar clientes, qué papel juega tu web. Y qué objetivo tiene.

Bien, una vez ya sabemos ese objetivo, debemos diseñar la estrategia de la web de manera que nos permite conseguir este objetivo.

Y una de las cosas básicas, pero que no siempre se hace, es que el objetivo debe quedarle claro al usuario. El usuario debe saber qué tiene que hacer. Si es dejar su email, que quede bien claro esa llamada a la acción. Si es comprar, lo mismo. Si le mareas, se va a ir sin hacer nada. Recuerda.

Vale, ¿y qué hacemos para conseguir ese objetivo?

Bien, esto depende mucho del tipo de negocio y del tipo de web, así que, para no aburrirte, no voy a poder contarte mucho aquí. Pero lo que sí está claro es que hay algunas cosas básicas que comparten casi todas las webs. Digo casi todas, porque siempre hay excepciones.

Pero en general.

Lo primero que debe encontrarse un usuario cuando entra a una web para quedarse es algo que le de motivos para apetecerle quedarse. Es una propuesta de valor pero una propuesta de valor muy pensada para atraer. Para seducir. Algo que le llame la atención. Piensa que el usuario lo que se va a preguntar es:

• ¿Qué hay aquí para mi?
• ¿Qué beneficio puedo obtener yo aquí?

Por lo tanto, tu primera misión es captar el interés del usuario, nada más, si consigues esa atención, lo demás funcionará, si no se irá.

Una vez lo tienes, debes empatizar con él. Así que es importante que incidas en el dolor del usuario. En ese problema que tiene y tú solucionas. Para que sea consciente de qué problema solucionas y por otro lado, de que él o ella lo tiene.

Una vez lo hayas llevado emocionalmente a ese estado, será el momento oportuno para mostrarle cuál es tu solución. En la medida de que esa solución sea realmente de valor para él y de cómo se la presentes, le convencerás de que eso es algo que le puede aportar un beneficio.

Ya hemos llegado al beneficio. Eso que se preguntaba el usuario al inicio.

Por último. Explícale cómo va a recibir ese beneficio y qué tiene que hacer para obtenerlo. Que le quede bien claro para que funciona la siguiente y última parte.

La llamada a la acción. Bien sea contáctame. Bien sea cómprame. Bien sea suscríbete. Lo que sea.  En ese momento, si todo lo anterior está bien hecho y si ese usuario es realmente un posible cliente, será cuando la web ha conseguido tu objetivo.

Después, hay una parte que depende del tipo de negocio es más importante o menos, que es el hablar sobre nosotros. Si pretendes que te pague o que te compre de primeras, pues es probable que yo quiera saber quién eres antes de darte mi dinero.

Pero hay ocasiones en las que no es tan importante.

Te voy a poner un ejemplo reciente que muestra como si haces todo lo anterior bien funciona.

Una de las últimas webs que diseñé fue la de mi proyecto con Osman, tucerebroaldesudo.com , bien, pues si analizas esa web vas a ver cómo todo está pensado para conseguir un objetivo: que te suscribas a la lista de correo.

No hay distracciones. No hay otra acción posible que puedas hacer ahí.

Bien.

Por la web han pasado hasta la fecha 291 usuarios únicos. Usuarios únicos, no es lo mismo que visitas, me refiero a usuarios diferentes que han pasado por ahí. De esos 291, 146 se han suscrito a la lista de correo.

Esto supone una conversión del 50%. Es decir, la mitad de las personas que han pasado por la web han dejado correo.

Quiero aclarar que es posible que al inicio este dato esté un poco inflado porque muchos amigos y gente cercana se habrá suscrito porque ya nos conoce. Pero a pesar de ello, todos han pasado por la web antes de suscribirse. Y creo que es una buena muestra.

Por aquí los pantallazos del capítulo.

Reflexión y cierre final.

El diseño como siempre digo, debe solucionar problemas y/o generar negocio. Si una de estas dos patas se nos olvida creo que no tiene ningún sentido.

Te animo a que a partir de ahora cuando bucees por alguna web analices esto que te he contado y ya me dices si ahora lo ves de otra manera.

Ya sabes que si te interesa que tu web o identidad genere negocio, pues igual podemos ayudarte en estudioiber.com

Y nada más. Si te ha gustado el episodio y quieres estar al tanto de los siguientes, si todavía no lo has hecho, suscríbete. Y si lo compartes con algún amigo al que le pueda ser interesante, pues es la mejor manera de apoyar este contenido.

Esto es todo.

Mil gracias siempre por escucharme.

¡Nos vemos pronto!

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