26. ¿Cómo aprende nuestro CEREBRO? Sistema educativo OBSOLETO.

 

Enlaces recomendados:

Música del capítulo:

Imagen de portada:

 

La importancia del aprendizaje

Aprender, eso que de pequeños no nos gusta tanto, a veces, en el colegio, pero hay que ver cómo me gusta ahora. ¿Y por qué pasa esto? ¿No será que la manera en la que nos educan o nos hacen aprender en el colegio no es la más correcta? El otro día, escuchaba un podcast de The Wild Project, imagino que ya lo conoces pero, si no, ya estás tardando, e hicieron un breve comentario sobre que el sistema educativo actual está obsoleto. A mi me interesa y me divierte mucho indagar sobre todo lo relativo al cerebro y en el podcast de esta semana, me he venido arriba para investigar si realmente es esto cierto. Para ello creo que es interesante ver, cómo aprende nuestro cerebro y cómo nos enseñan actualmente en las escuelas para comparar y poder ver si realmente le estamos sacando partido a nuestro coco. Ojo, quiero dejar claro, que no soy neurocientífico, ni tengo la última palabra de nada, simplemente soy un curioso y he intentado contrastar buenas fuentes y leer y empaparme de mucha información para sintetizarla en este podcast. No me enrollo más con los preliminares así que, vamos a verlo.

 

El cerebro, ¿cómo aprendemos?  

Nuestro cerebro está formado por 85.000 millones de neuronas, aproximadamente, algunos más que otros, pero lo que realmente importa no es el número si no las conexiones que estas neuronas hacen entre ellas. Tenemos alrededor de 200 billones de conexiones en el cerebro. Cualquier cosa que aprendemos altera alguna de estas conexiones, y en este patrón de conexiones es dónde almacenamos la memoria. Así que aprender es cambiar “físicamente” nuestro cerebro. Cuantas más conexiones haya en un aprendizaje y más zonas distintas conecten, mejor lo recordamos por lo tanto, mejor lo aprendemos.

Esto, lo escuché en una charla de David Bueno, que es un experto en neuroeducación, en el programa Aprendemos Unidos del BBVA, de nuevo un podcast y también canal de youtube, que si no conoces te recomiendo mucho, y no es que quiera ir de influencer pero es que es así.

¿Y qué pasa si aprendemos algo nuevo sobre un aprendizaje pasado, si ampliamos un conocimiento? Pues lo que pasa es que se generan nuevos patrones que se sustentan sobre los aprendizajes existentes en ese ámbito, así es cómo acumulamos el conocimiento, pero esto, cuidado, tiene su parte peligrosa y es que si hemos aprendido algo de forma incorrecta, el nuevo aprendizaje se sustentará sobre esos viejos patrones de un aprendizaje incorrecto. 

Y aprender, para el cerebro es fácil, está programado para ello. Pero desaprender, es mucho más complicado. Le cuesta mucho deshacer las conexiones que ya ha hecho. Aunque si persistes, al final, obviamente podemos modificar y corregir aprendizajes incorrectos. 

Y dirás, venga, vamos a lo que aquí nos interesa que es saber si podemos ser más inteligentes o si esto va de serie. Pues parece ser que esto es un poco de cada, tenemos unos 20.000 genes, de los cuales unos 8.000 pertenecen a la parte del cerebro. Todos tenemos esos genes pero, qué ocurre, que cada uno de estos genes tiene diferentes variantes, que son diferentes en cada uno de nosotros así que, esto hace que, de serie, haya personas con más memoria, más creativos, con mejores aptitudes musicales, lo que sea. Pero todos tenemos la capacidad de mejorar mediante la educación.

Otro aspecto que ayuda mucho al cerebro a aprender son las emociones. Y aunque parezca contradictorio, las emociones también se generan en el cerebro, en una de las partes más primitivas. Y el tema es que son imprescindibles para sobrevivir, el miedo es una emoción que nos protege, la alegría, la pena, todas las emociones son imprescindibles, por tanto, como el cerebro esto lo sabe, si aprendemos algo con un método que vaya ligado a ciertas emociones, el cerebro detecta que eso es importante, lo necesito para sobrevivir, por lo tanto, lo retengo mucho más fácilmente. De ahí que cuando leemos un libro, vemos un documental o película, escuchamos una canción, que además de llevar un aprendizaje implícito, nos emociona, eso cala mucho más profundo en nosotros que si se nos explica algo de manera teórica, fría y sin emociones.

 

Evolución en la historia de la forma de aprender

Así que, bueno, ya sabemos a grandes rasgos cómo aprendemos, pero ¿siempre ha sido de la misma forma? Creo que es interesante ver cómo ha ido evolucionando el cerebro generación tras generación, sobre todo estas últimas que son las más referentes al sistema educativo actual. 

Bien, una característica que tiene el cerebro es que se adapta a su entorno. El cerebro es un camaleón y se adapta para sobrevivir. Pero, qué crees, ¿que somos más listos o más tontos que las generaciones pasadas, que nuestros abuelos por ejemplo?

En realidad, lo que ocurre en muchas ocasiones es que nuestros abuelos tenían habilidades diferentes a nosotros entonces, para algunas cosas, generaciones pasadas podríamos decir que eran más listos o más habilidosos que nosotros pero, para otras, pasa al contrario y somos nosotros más listos que ellos. Precisamente por esto mismo, porque el cerebro se adapta al entorno para aprender y seguir desarrollándose. 

Claro, y ¿cómo ha influido la llegada de las tecnologías en la manera de aprender que tiene el cerebro?, pues aunque todavía no hay datos suficientes, sí que es evidente que el uso de la tecnología altera el cerebro, porque el cerebro tiende a adaptarse al medio, como hemos dicho, para sacar el mayor provecho de ello. Y sí que se ha visto, por ejemplo, que la generación digital tiene menos conexiones en la zona que gestiona la memoria, y es lógico, porque externalizamos la memoria en un aparato. Pero en cambio, tiene más conexiones en la zona que permite integrar más conexiones entrantes, porque estamos continuamente recibiendo información por todos lados. Si tu piensas, hace años,  cuando obteníamos la información a través de enciclopedias, podías estar con uno o máximo dos libros encima de la mesa simultáneamente. Ahora, con internet, podemos tener una gran cantidad de pestañas abiertas al mismo tiempo en el ordenador y estar recibiendo diferentes impactos a la vez, por lo tanto, nuestro cerebro, se ha acostumbrado a esto. Ha ido adaptándose. 

Es decir, que con esta teoría no se resolvería el pique con nuestros abuelos sobre si somos más tontos o más listos que ellos. 

Pero por otro lado, hay un estudio, el estudio Flynn, que sostienen que a partir de los 90s nuestro cociente intelectual ha ido disminuyendo. Este estudio, comenzó a medir el cociente intelectual de las generaciones en el siglo XX, y fueron viendo como el cociente intelectual iba creciendo generación tras generación, hasta 1975, a partir de 1975 el cociente intelectual dejó de crecer y no solo eso, si no que a partir de los 90s, no solo dejó de crecer si no que empezó a decrecer, es decir, que cada generación pierde cociente intelectual. 

Aunque, hay que decir, que este estudio tiene cierta polémica porque se dice que realmente la manera de medir el cociente intelectual, está desactualizada, ya que se basa, en gran medida, en la memoria, en la capacidad de memorización, y sí que es cierto, como hemos dicho antes, que con el uso de las tecnologías el cerebro se ha adaptado y nuestra capacidad de memorización ha disminuído, pero eso no quiere decir, que seamos menos inteligentes, ya que bueno, como hemos visto, también hemos aumentado otras capacidades del cerebro que también son importantes hoy en día. 

A mi es verdad que llama mucho la atención, porque la memoria también es muy muy importante para muchas cosas. Aunque esto último, la verdad, es que me deja más tranquilo y lo he buscado solo para justificarme ante la gente de mi entorno que dice que se me olvidan las cosas. Yo en realidad digo que tengo memoria selectiva, pues bueno, ahora podré decir que es porque soy de una generación digital :).

 

Origen del sistema educativo actual

Antes decíamos, que cada cerebro es único, pero qué pasa, que si a todo el mundo lo educamos de la misma manera, y nuestra genética es distinta, no funcionará igual para todos. Por eso, para sacarle el máximo provecho debemos intentar que la manera de educarnos sea lo más personalizada posible. Y aquí coge presencia el aprender cosas de manera autodidacta, que luego veremos. 

Hay más cosas del sistema educativo actual que muchos expertos dicen que están siendo un error, por ejemplo, ciertas asignaturas, como plástica, música o educación física, tienen un peso demasiado pequeño, y cada vez menor en la educación actual. Sin embargo, está demostrado como el ejercicio físico hace que las neuronas de nuestro cerebro puedan establecer más fácilmente conexiones entre ellas, así que facilita el poder aprender cualquier cosa. La música, por ejemplo, es una gimnasia cerebral brutal, porque es de las pocas actividades que activa todo el cerebro simultáneamente así que, escuchar música o aprender a tocar un instrumento es de las mejores gimnasias para el cerebro. 

También estar con otras personas, socializar, es de las cosas que activan todas las áreas del cerebro. De hecho, socializar es de las cosas que más energía de nuestro cerebro consume, porque tienes que estar pendiente de los demás, de sus intenciones, de qué te pueden aportar, de qué puedes aportarles tú, es decir, de integrar tu individualidad en un colectivo. Por tanto, consume mucha energía. 

Otra cosa importante que ayuda mucho es el juego, que no significa que necesariamente sea algo muy divertido, pero está demostrado que el juego, como método de desarrollo, es la mejor manera de aprender. ¿Por qué? Porque nos permite en muchas ocasiones socializar, abordar un problema práctico y además, nos motiva, nos transmite emociones, y cómo hemos dicho, la educación ligada a emociones, es la mejor forma para adquirir un conocimiento. 

 

¿Por qué está obsoleto este sistema educativo?

Está claro que el sistema educativo actual no es lo más eficiente que digamos y no tiene mucho en cuenta todo esto que estamos hablando para sacarle el máximo partido posible a nuestro cerebro.

De hecho, mi opinión es que el sistema educativo está bastante obsoleto. Y tiene sentido porque el sistema educativo actual fue creado para un mundo que ya no existe, de hecho, tenemos el mismo sistema educativo que se creó hace aproximadamente dos siglos. Obviamente la humanidad se ha formado siempre, pero me refiero a las estructuras escolares tal y cómo las conocemos hoy en día, tienen casi dos siglos. Son las mismas. 

Pero aquella sociedad era una sociedad muy diferente a la de ahora, era una sociedad industrial, basada en procesos que se encadenaban uno detrás de otro para conseguir un producto final. Y así se gestó el sistema educativo, el niño entraba a la escuela, realizaba una serie de procesos y salía con una titulación debajo del brazo. Un sistema basado puramente en la memorización, en la que debes memorizar algo, un paso tras otro, para encapsularlo, comprimirlo y escupirlo en un examen. En muchas de las ocasiones, puede suceder que ni siquiera se comprenda bien lo que se está memorizando, porque no se ha asimilado, y lo que acaba pasando es que se olvida días después del examen. 

Un psicólogo alemán llamado Hermman Ebbinghaus trató de investigar en 1885 cuánto se tardaba en olvidar las cosas que no había dado tiempo a asimilar. Los participantes tenían que aprender 13 sílabas, que no tenían significado, y repetirlas en dos ocasiones sin cometer ningún error. Pues bien, los resultados mostraron que más de la mitad de los participantes, olvidaban sus sílabas el primer día. Y el segundo día, se había olvidado casi el 80% de lo aprendido. A partir del segundo día se reducía la curva, pero a partir del 7 día se recordaba de media solo un 3% de las sílabas estudiadas. 

En cambio, está demostrado que se aprende mucho mejor si se parte de lo que el alumno ya tiene en su mente para potenciarlo mediante metodologías participativas con profesores y compañeros de clase, como puede ser debates. Con metodologías activas, como puede ser la resolución de problemas, el aprendizaje basado en proyectos o casos prácticos. 

Yo siempre lo digo, incluso seguro que ya lo he dicho en este podcast, me pongo ya en modo abuelo, pero tengo un gran recuerdo de mi carrera precisamente por esto último. Porque creo que era, para lo que hay en el sistema educativo actual, bastante práctica. Siempre teníamos un proyecto troncal, que iba aumentando en complejidad curso a curso a medida que adquirimos más conocimientos. Esto hacía que estuvieses motivado a adquirir esos conocimientos pero ya no tanto para examen, que también los había, y de estos de memorizar, por supuesto, pero lo aprendías también porque lo necesitabas para resolver el proyecto. Y ahí era dónde lo interiorizamos de verdad, en la práctica. En la prueba-error. 

Porque para asimilar un conocimiento, hay que ponerlo en práctica. No hay mejor manera. 

 

Conclusión final

Hay un experimento muy interesante que creo que refleja muy bien esto último de la práctica. Elsa Punset, en una charla, contaba un experimento en el que habían llevado tablets a un poblado del tercer mundo y se las habían dado a niños de edades tempranas, de una media de cinco años. Bueno, pues el resultado fue que a los cinco minutos las encendían, sin decirles nada, a los quince días usaban unas cincuenta aplicaciones de media, a los dos meses cantaban en inglés y a los seis meses pirateaban las tablets. Esto ya creo que forma parte de otra habilidad del ser humano, otro instinto de ser más listo que el sistema jeje, pero me parece flipante que las piratearan. Y es que esto demuestra que los niños no necesitan que se les enseñen contenidos ni habilidades. Lo que necesitan es motivación para aprender, y saber qué tiene que hacer con lo que han aprendido. La educación debe contagiar motivaciones y enseñar valores.

Afortunadamente empieza a haber cada vez más alternativas de centros que apuestan por una educación con alternativas interesantes a todos estos problemas. El problema es que todavía son minoritarios y en muchas ocasiones no aptos para todo el mundo. No se está tratando este problema a escala global, y creo que es un error. 

Creo que para aprender, solo se necesita una cosa, que es curiosidad. Esa curiosidad por conocer cómo evoluciona el cerebro del ser humano hace que entiendas cómo sacarle el máximo rendimiento posible. Esa curiosidad por preguntarte el por qué de las cosas, por no dar todo por sentado hace que aprendas cosas nuevas. Puede que la educación convencional no avance cómo debería, pero la tecnología nos ofrece acceso a una información sin límites. Si tienes motivación por aprender, de manera autodidacta tienes acceso a prácticamente cualquier conocimiento. 

Si yo hago un repaso de cómo ha ido variando mi carrera desde que salí de la universidad hasta el día de hoy, veo que la mayoría de las cosas que hago hoy en día las he aprendido de manera autodidáctica y con la práctica. 

Yo no tenía ni idea de escribir guiones, de hablar ante un micrófono, de grabar, editar, publicar un podcast, posicionarlo. Pues hago uno, y haciendo voy aprendiendo. No hay otra. Y como esto, con mil cosas más. 

No quiero decir en ningún momento que no estudies una carrera, en mi caso lo volvería a hacer mil veces, creo que me dio una base muy útil sobre la que aprender más, y me enseñó a estructurar el pensamiento, organizar proyectos y aprender a pensar. Pero también es cierto que hoy en día existen mil alternativas, y hay muchas profesiones en las que ya no valoran tanto el título si no una prueba de nivel o trabajos previos que puedan mostrar lo que sabes hacer. Porque es un hecho, puede haber perfectamente alguien sin carrera universitaria que tenga más conocimientos y habilidades que tú en tu profesión. En algunas profesiones es más complicado, es cierto, pero en muchas es así. 

Al hilo de esto, para acabar hoy, comparto un tuit que puse el otro día de una frase que descubrí a raíz de la newsletter de Álvaro, de gente invencible, la frase es del jugador de Hockey, Wayne Gretzky y decía, “fallas el 100% de los tiros que no intentas”. Así que haz cosas y así aprenderás cosas. 

Y bueno, hasta aquí. Esto ha sido todo. No sé qué te parecen este tipo de podcast en los que me meto más a fondo a investigar sobre un tema y lo sintetizo. La verdad es que a mi son los que más trabajo me llevan pero me sirven para meterme a fondo sobre temas en los que me apetece mucho profundizar y oye, yo aprendo y de paso te ahorro tiempo ofreciéndote toda la información ya más masticada, así que espero que te haya aportado algo. Ya sabes, que puedes dejarme un comentario en la plataforma que lo escuches o si prefieres, puedes encontrarme en mi web ignacioberges.com, donde te dejo también las notas ampliadas del capítulo con los enlaces y alguna cosa interesante que te he ido comentando. Y si quieres, puedes suscribirte a la newsletter así yo te aviso cada vez que tenga algo que contarte. Y si no quieres, pues no lo hagas. Claro que sí. 

Esto es todo. 

Mil gracias siempre por escucharme. 

¡Qué pases buena semana y nos vemos pronto!

P.D: Puedes conocer mis empresas Estudio Iber y Flip&Flip. Puedes hablar conmigo y ver mi día a día en Instagram o Twitter. De vez en cuando, comparto breves ideas sobre diseño y emprendimiento y algunas estadísticas de mis proyectos. Si quieres que te avise para no perderte ningún episodio puedes suscribirte abajo.

Para recibir la newsletter cada lunes, es aquí:
Iber diseñador freelance

Contacto

Para conocer cómo puedo solucionar tus problemas, es aquí: