Hoy quiero contarte algo que, ya he ido introduciendo a modo de pequeñas pinceladas en los últimos episodios, y que ha sido para mi clave este 2021 y es el equipo que he ido creando a mi alrededor, sin contratar, sin becarios ni prácticas y con grandes resultados en mi caso.
Hoy seguramente rompamos varios mitos, no sé si para ti, pero seguro que para mucha gente, respecto a cómo se concibe, por norma general, el crear una empresa y construir un equipo en ella. Para eso estamos aquí, para experimentar cosas diferentes, probar, fallar rápido y de vez en cuando acertar.
Capítulo muy práctico hoy. No te muevas, que empezamos.
Primero de todo, quiero agradecer la acogida del episodio anterior. Está funcionando muy bien, en cierto modo lo podía esperar, porque soy consciente de que siempre suscita mucha curiosidad todo este tema del porno financiero, pero bueno, reconozco que me ha sorprendido la cantidad de mensajes que he recibido de todo tipo, de amigos que nunca pensé que escucharían mi podcast, también por supuesto de la gente que siempre lo sigue y apoya pero también de gente desconocida, incluso de Latino América, que siempre es muy interesante conocer a quién está ahí al otro lado.
Esta semana, como dije, ha sido la primera en Países Bajos, de momento, primeros días de adaptación. De combinar, haciendo malabares, el sacar el trabajo adelante con el buscar piso, conocer poco a poco la ciudad e ir adaptándonos.
De momento, la cosa casi que más me ha sorprendido, y eso que ya venía avisado, es el tema de las bicicletas. Es una absoluta locura, es que va todo todo el mundo en bicicleta. Se hace muy extraño el ir por las calles, sobre todo las más céntricas, y no ver prácticamente ningún coche, solo bicicletas. En lugar de parkings de coches, están todas las calles repletas de parkings de bicicletas amontonadas.
Por ahora pocas conclusiones más que sacar. Iré aprendiendo y compartiendo. Por supuesto. Pero bueno, vamos al tema de hoy.
Primero, la pregunta es, ¿necesito un equipo? O, si estoy emprendiendo, ¿cuándo es el punto ideal para comenzar a crear un equipo?
En mi caso particular, yo he pasado por diferentes etapas hasta dar con la tecla. Creo que no hay una fórmula correcta, cada negocio y cada persona es un mundo. Seguramente a ti también te pase, porque al final, vas probando, fallando y poco a poco vas viendo cuál es la forma que más se adapta a ti, a tu estilo de vida y a tu negocio.
Cuando empezamos con Flip&Flip, en 2016, éramos dos socios, ahí experimenté lo que es digamos tener un equipo con socio. Y he de reconocer, que en mi caso particular, que llevo los negocios tan ligados a la idea de libertad y de aportarme un estilo de vida que quiero llevar, se hace complicado encontrar a una persona ideal, y no funcionó.
Así que, no digo que con esto me cierre a tener socios, de hecho, ya dije que ahora estamos trabajando en un par de proyectos con Juan Carlos, mi mentor, que veremos si funcionan y se convierten en negocios, esa es la idea, pero también considero que ahora he aprendido muchas cosas. Y con Juan Carlos, los papeles de cada parte están claros, nos complementamos, y seguramente yo soy mucho más maduro en este aspecto.
Después, cuando empiezas a trabajar solo como freelance, o a montar un negocio, llega un momento en el que ves que no llegas a todo. Poco a poco alcanzas tu límite. Y en ese momento tienes que tomar una decisión:
¿Me quedo como estoy? ¿O busco la manera de seguir creciendo?
Quizás estés a gusto como estás, no quieras complicaciones y es muy respetable decidir quedarte como estás. Pero en mi opinión no solicitada de hoy, la vida es como una bicicleta, solo mantienes el equilibrio si avanzas. Esta frase no es mía, dicen que es de Einstein, pero define perfectamente mi pensamiento así que, siempre que pueda, intentaré optar por la segunda opción.
Y si te planteas esa segunda opción, aquí solo hay dos opciones que yo vea: o eres más selectivo con el tipo de clientes que trabajas e intentas aspirar a trabajar con clientes más grandes, en proyectos más grandes, que puedan ser más escalables y rentarte más. O buscas crecer en equipo, para poder abarcar más proyectos y poder crecer. O ambas cosas combinadas, que es supongo algo común, o al menos lo que estoy haciendo yo.
Vale, ya tenemos claro que solos no podemos seguir y necesitamos aumentar el equipo. Aquí, en muchos casos suele haber un dilema que es que quizás todavía no te llega como para pagarles un sueldo estable, pero realmente necesitas aumentar equipo.
En este caso, la vía tradicional, pasa por dos caminos:
Yo, como ya te he comentado en otras ocasiones, he pasado por el mundo startup y, personalmente, para mi el emprendimiento es libertad y eso de acabar teniendo unos jefes llamados inversores no va conmigo.
Y el segundo caso, lo he vivido desde el otro lado, siendo becario, y por ahora tampoco me lo planteo. Me han llegado muchos currículums de personas ofreciéndose para trabajar conmigo en esa figura y no lo he hecho. Y no lo he hecho porque creo que hay que dedicar mucho cariño, esfuerzo y tiempo en enseñar a esa persona que, siendo sinceros, de inicio, es muy probable que esté muy verde y tengas que aportarle mucho más tú a él o ella que al contrario. Es una inversión a futuro, si, pero como por mi cabeza no pasa el acabar contratándole, prefiero no iniciar este proceso.
Estas formas anteriores serían las habituales en los negocios tradicionales, pero afortunadamente, no son las únicas.
Hay otra manera, que es la que más me gusta a mi y por la que he optado, que es la de crear un equipo de freelances a través de las colaboraciones. Es decir, delegar ciertas patas de tu negocio en profesionales que son especialistas en eso e infinitamente mejores que tú. A mi, que quieres que te diga, me gusta pensar a lo grande y aprender cada día, y para eso, no hay nada como trabajar con personas que son mucho mejores que yo en lo suyo.
Obviamente, crear un equipo de esta manera va a tener ventajas y desventajas, como todo en la vida, al final se trata de ver qué es lo que mejor se adapta a ti.
Analizadas ya las ventajas y desventajas, quiero contarte brevemente cómo ha sido mi caso particular y en qué se basa mi equipo de colaboradores a día de hoy.
En los inicios como freelance, yo comencé a hacer sobre todo diseño de identidad corporativa, lo cual creo que es uno de mis fuertes y sigo manteniendo a día de hoy. Hasta aquí todo bien, pero poco a poco, empezaron a salir proyectos de diseño web, vi que aquí había una oportunidad para crecer, porque hay mucha más gente que valora y está dispuesta a pagar por un diseño web que por un diseño de identidad corporativa.
Así que si el mercado demanda diseño web y diseño de producto digital, pues vamos a esforzarnos por aprender y meter la cabeza en esa pomada.
Así lo hice, y al principio yo hacía todas las webs solo, pero llegó un momento en el que vi que no podía abarcar más trabajo. Había alcanzado mi límite como humano, así que me plantee delegar algunas tareas para seguir creciendo.
¿Qué tareas delego? Pues es fácil, las que peor se me den o las que menos me gusten. Por lo general estas dos patas van a coincidir en muchas ocasiones.
Así que, en mi caso, soy diseñador y emprendedor, pero no informático. Además, no me gusta la informática. Así que lo tenía claro, en el diseño web, yo haría la parte de gestión de cliente, estrategia y diseño, pero necesitaba delegar la parte técnica a un informático.
Yo conocía a David de un anterior trabajo en el que habíamos trabajado juntos. David es un todoterreno, en el sentido de que sabe tocar muchos palos de la informática y es muy apañado, así que, era lo que yo necesitaba. Se lo planteé, y él encantado de que, sin comerlo ni beberlo, le cayeran unos proyectos que le podían reportar unos ingresos extras.
Esto fue hace unos dos años, ¿Y qué pasó? Pues que el nivel de los proyectos webs que hacíamos en Estudio Iber, iba subiendo, de manera que cada vez conseguíamos más y mejores cliente y proyectos de este tipo. Así que David cada vez más contento, y yo también, por supuesto. La relación se fue consolidando hasta día de hoy.
En este sentido, el de diseño web, como te decía, yo he puesto mucho empeño por ir subiendo el nivel. Vi qué patas nos faltaban para poder aportar más valor a nuestros clientes, y pensé que hacíamos webs que a nivel técnico y de diseño estaban muy bien, pero faltaba una pata indispensable, que era la del copywriting. Una web bien escrita vende, es así, y yo quiero que las webs que creo para mis clientes les generen ventas. Así, cliente contento, me recomienda, y yo más contento.
Podría haberme puesto a formarme sobre copywriting, de hecho lo intenté, pero de nuevo vi que si intentaba hacer yo todo, moriría en el intento. La clave para crecer volvía a estar en delegar. Y aquí, como siempre, aparecieron las casualidades. Aaron Moncada, copywriter profesinal, me escribió un día un email porque me había conocido a través de mi podcast. Nos reunimos, hubo feeling, y decidí hace unos 2 meses meterlo en un primer proyecto de prueba. Ambos acabamos muy contentos con el resultado, el cliente también, así que, ya estamos en otro proyecto y poco a poco afianzando esta colaboración.
Después, unos de mis clientes eran arquitectos, Grupo Gen Arquitectura. David y los Javis fueron confiando en mi para ciertos proyectos de centros públicos que ellos desarrollan y en los que yo hago la parte de diseño de Identidad y aplicación de esa identidad en el interiorismo. Y por mi parte, pues ojalá puede sacarles algún proyecto, aunque la arquitectura es un campo más alejado de lo mío, pero siempre que puedo, obviamente los voy a recomendar. No porque sean amigos, sino porque trabajo con ellos y puedo recomendarlos con confianza porque sé que son muy buenos.
Me pasó parecido con otro de mis clientes, Estudio Amares, un estudio de interiorismo de Félix. Le hicimos el naming, diseño de Identidad y diseño web, y él fue contando conmigo para algunos de sus proyectos. En uno de ellos, que era una promoción inmobiliaria, se planteo el buscar un diseñador 3D para hacer infografías. Yo conocía a Jorge Francos, de Francos&Costa, de la carrera y sabía la calidad con la que trabajaba, así que, lo recomendé y empezamos a trabajar juntos.
Vimos que podíamos hacer cosas juntos y un día, de ese proyecto, salió otro para un fabricante de cocinas. Vimos que el proyecto que se planteaba requería muchas cosas, diseño de identidad, web, 3D, diseño de mobiliario, y para poder abarcar con garantías un proyecto de este nivel, necesitábamos equipo especializado. Así que, Jorge y yo, decidimos añadir al equipo a Fernando, compañero de la carrera que había tirado por una rama de ingeniería más técnica, de nuevo, sabíamos que trabajaba serio, y tenía unos conocimientos que hacían falta para el proyecto.
A este proyecto, por supuesto se han unido David y Aaron para la parte web. En total un equipo de 5 freelances, que nos conocemos, con experiencia ya trabajando juntos, que cada uno es especialista en lo suyo y nos complementamos a la perfección. En este tipo de proyectos, tan grandes, y tan prolongados en el tiempo, necesitas asegurarte de ofrecer una calidad muy buena, porque hay mucha responsabilidad. Y no se pueden abarcar con creces sin un buen equipo.
Pero también, el conseguir este tipo de proyectos, hace que todos crezcamos individualmente y nuestros negocios escalen a otro nivel.
Creo que, como cierre de este podcast, es un buen ejemplo que demuestra cómo está beneficiando a mi negocio el hecho de crear un equipo de buenos freelances. Y cómo quizás, pueda también ser la manera de que beneficie al tuyo. Quién sabe. Tendrás que probarlo.
Te dejo en las notas del capítulo los enlaces de las webs de todos estos compañeros, porque indudablemente los recomiendo con todas mis fuerzas porque si no creyera que son buenísimos, no trabajaría con ellos. Así que quien sabe, quizás en algún momento te puedan ayudar.
Y nada más, si te aporta este contenido, si quieres puedes compartirlo y suscribirte en la plataforma que lo escuches para ayudarme a que crezca, y para no perderte los futuros que vengan.
Esto es todo.
Mil gracias siempre por escucharme.
¡Nos vemos pronto!