El otro día escuchaba en una entrevista a Romuald Fons decir que su apodo de “El rey del SEO” se lo había puesto él mismo y que para ello se había influenciado por el gran Salvador Dalí, que tituló su libro “Diario de un genio”, con un par.
Si eres habitual por aquí ya sabrás mi gran admiración por Dalí, lo exprimí mucho, pero mucho, en su día y los aprendizajes que saqué de él para mi vida y mis negocios son muchos.
Hoy, vamos a hablar de algo en lo que era el número uno: crear marca personal.
No te muevas, que te lo va a contar Dalí ahora.
Cuando hablas de Dalí por ahí, es una figura que suele provocar bastante controversia. De hecho, es muy probable que a ti, que estás escuchando esto, te caiga mal.
Esto es muy entendible si tenemos en cuenta que una de las famosas frases que Dalí propagaba era:
“Lo importante es que hablen de ti, aunque sea bien”
Muchos, que lo odian por todas sus excentricidades, han intentado desprestigiar su arte. Han intentado defender que su éxito se basa única y exclusivamente en su gran capacidad para el marketing, y por supuesto, respeto la opinión de cada uno, pero para mi, si el producto no es bueno, el marketing podrá funcionar en una ocasión contada, pero tendrá fecha de caducidad temprana.
Y es indiscutible que Dalí no fue un artista del momento, sino que ha sido una figura que ha marcado marcado toda una época en la historia del arte mundial. Y esto, no se puede conseguir si el producto no es bueno.
Solo tienes que visitar su casa o su museo para entender el valor de cada concepto y de cada idea que hay detrás de cada una de sus obras. Encontrarás ciencia, encontrarás filosofía, y un sinfín de conceptos trabajados con una creatividad digna de un genio.
¿Que quizás había otros artistas con un talento para la pintura tan bueno o mejor que el suyo y no tuvieron tanto éxito?
Pues quizás si. Pero es que el arte es un negocio y un negocio tiene muchas patas, una de ellas es el producto es , pero no es la única. Y Dalí esto lo entendía de maravilla.
Fue seguramente el primer, o de los primeros artistas que elevo el marketing y la marca personal al máximo dentro del arte.
Debemos tener en cuenta que Dalí nació en 1904 y vivió esa transición de París como capital mundial del arte a Nueva York. Y los yankis, tienen una manera de entender los negocios muy diferente a los europeos, así que fue un tipo listo sabiendo leer estas oportunidades.
Me hubiera gustado ver qué sería Dalí en estos tiempos de redes sociales. Estoy seguro de que sería una celebritie de las que todo lo que tocan lo convierten en oro.
Pero vamos a ver cuáles fueron esas cosas que Dalí hizo tan bien para crear una marca personal que a día de hoy sigue más viva que nunca en series como La Casa de Papel, en tendencias de artistas que imitan su bigote, com Camilo, etc. etc.
Hoy se habla mucho de que las grandes marcas son las que o las amas, o las odias. Esto es fruto de una personalidad muy marcada y, tal y como veíamos antes, esto es algo que Dalí sabía y lo aprovechaba muy bien.
Se creo a si mismo una imagen de artista exhibicionista, excéntrico y loco.
Estas excentricidades le llevaron a ser expulsado del surrealismo, movimiento que él mismo había fundado junto a otros compañeros, como Andre Bretón.
Durante la celebración del juicio, Dalí protagonizó uno de sus ya clásicos shows. Acudió al juicio con un termómetro en la boca, porque decía que tenía gripe. Conforme iban lloviéndole las acusaciones, Dalí iba poco a poco desnudándose y tiraba las prendas a los pies de Andre Bretón, que llevaba un cabreo de narices. La decisión del juez fue la expulsión del grupo, como bien podías imaginar.
Dalí sabía que todas estas cosas le hacían que se hablase de él. Y debemos tener en cuenta que su obra estaba dentro del movimiento surrealista, por lo que encajaba perfectamente esa figura de loco.
Esto hay que tenerlo claro, porque hay que tener una imagen que concuerde con lo que vendes. Si Dalí hubiese vendido otra cosa, posiblemente esto no le hubiese funcionado.
Dalí era una obra en si mismo. Desde su casa, hasta sus ropas y disfraces que lucía en muchos de sus videos promocionales, son una muestra de ese afán por mostrarse diferente. Auténtico.
Pero sin duda, hay un elemento que ha sido fundamental en su marca personal y es su famoso bigote.
Un bigote exagerado, atípico que caracterizó su imagen durante años y que a día de hoy es algo que perdura en nuestras mentes. De hecho, solo con ver un dibujo de sus bigotes, sin ojos, sin cara, sin nada, sabes perfectamente que pertenece a la marca Dalí, y conseguir adueñarse de un bigote, algo que tanta gente lleva es algo muy meritorio. Claro ejemplo, la serie de La Casa de Papel ha basado su imagen en este elemento.
Él por supuesto era consciente de esto y lo ponía en valor. Tanto es así que hay un libro dedicado a sus bigotes, llamado Dalí’s Mustache, y en este libro decía:
“¡Incluso en el tema de los bigotes, iba a superar a Nietzsche! La mía no sería deprimente, catastrófica, agobiada por la música y la niebla wagnerianas. ¡No! Sería finísima, imperialista, ultrarracionalista y apuntando al cielo, como la mística vertical, como los sindicatos españoles verticales”.
Dalí era un tipo que sabía con quién se tenía que relacionar para conseguir las cosas. Esto le llevó a ser uno de los artistas primeros en llevar su arte a muchas marcas y colaboraciones.
Además, Gala, que muchos dicen que era la que le llevaba el negocio, fue la cabeza pensante que hizo relaciones en Estados Unidos con familias multimillonarias e influyentes que le permitieron introducirse en el país. Por aquella época Dalí aparecía en todas las televisiones americanas copando los mejores programas y portadas de grandes revistas, como la revista Time.
Era una figura pública muy reconocida por sus excentricidades. Esto a las televisiones les gustaba, y Dalí lo sabía.
Se da cuenta rápido de que su talento puede ser extrapolado a numerosas colaboraciones comerciales. Esto le llevó a diseñar por ejemplo los escaparates de la famosa tienda Bonwit Teller Inc, el logotipo de Chupa Chups del que se dice que tardó apenas una hora y cobró una cifra millonaria. Pero su trabajo fue sustancial, ya que creo una imagen única, colocó el logotipo en la parte de arriba del caramelo en lugar de en el lateral que estaba antiguamente y esto ayudó a que la marca despegase y tuviese un logo muy característico. También realizó diversas portadas de la revista Vogue, vamos, que no paraba.
Una de las relaciones más controvertidas y que más detractores le trajo a Dalí fue su amistad con Franco. Dalí sabía a quién se tenía que acercar para vender su arte y no le importaban las críticas. Esto obviamente le ayudó a expandir su arte, y esto último era lo único que le importaba a Dalí.
Él sabía cómo debía usar su cerebro para persuadir al de otras personas.
Por cierto, Dalí era un tipo que está claro que conocía muy bien como funcionaba el cerebro humano. Eso le ayudaba a saber cómo debía impactar en los cerebros de la gente para penetrar su marca personal y su arte.
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Como hemos dicho antes, él mismo se apodaba a si mismo genio, y esto solo puede pasar si tienes una gran confianza en ti mismo y te da igual lo que piensen los demás.
En su libro “La vida secreta de Salvador Dalí”, en muchas ocasiones él hablaba de si mismo en tercera persona, magnificando la figura de Dalí.
Hay un famoso fragmento en el que dice:
“Cada mañana cuando me levanto, experimento una exquisita alegría, la alegría de ser Salvador Dalí. Y me pregunto entusiasmado, ¿qué cosas maravillosas logrará hoy este Salvador Dalí?”
Él decía que si él mismo no era el primero que se lo creía y se llamaba genio, cómo iba a pretender que se lo llamasen los demás.
Esto le hacía en todo momento poner en mucho valor su arte, llegando a vender papeles en blancos con su firma por cifras muy locas.
La quinta cosa que Dalí supo usar muy bien fue el poder de la palabra. Era un genio con el lenguaje y en cada entrevista dejaba varios titulares.
Además, se supo aprovechar muy bien de algunos términos, por ejemplo, el surrealismo, que como hemos dicho antes no lo fundó él solo, de hecho fue expulsado, pero hoy en día si oyes la palabra “surrealismo” lo primero que seguro te viene a la cabeza es Dalí.
Volviendo a lo de antes, esto pasa porque él mismo decía:
“El surrealismo soy yo”
Te animo a que veas algún video de Dalí en una entrevista para que veas cómo maneja al entrevistador. Te dejaré en las notas del capítulo la que le hizo en 1971 Jacobo Zabludovsky que es digna de ver.
Por último, sin duda, todos los puntos anteriores no se podrían haber dado sin un buen producto. Dalí era un artista ante todo. Por mucho que se diga.
Unos dicen que él pasaba sus horas dedicadas a venderse, otros dicen que era un trabajador incansable que pintaba hasta las 18:00h de la tarde y después, dedicaba solo dos horas a recibir visitas de medios.
Yo, sinceramente me creo la última versión, no sé tú, pero yo no conozco a nadie que haya triunfado sin mucho trabajo y esfuerzo detrás.
Los que digan lo contrario, no se me ocurre otra razón que no sea la pura envidia.
Y estos son los 6 puntos más relevantes a mi modo de ver. Seguro que hay mil cosas que resaltar pero no quiero aburrirte.
Si quieres profundizar más sobre el genio Dalí, te dejo en las notas del capítulo los dos libros que suponen las dos partes de su biografía. El primero, titulado “La vida secreta de Salvador Dalí”, es uno de los libros más divertidos y enriquecedores que he leído en mi vida.
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Esto es todo.
Mil gracias siempre por escucharme.
¡Nos vemos pronto!
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