Desde que trabajo como diseñador freelance, cada vez le estoy cogiendo más cariño y me siento más identificado con este término. La primera referencia escrita de la palabra “freelance” se le atribuye a Walter Scott, escritor británico del Romanticismo. En su novela Ivanhoe, que se publicó en 1820 y que transcurre en la Inglaterra del siglo XII, aparecen los «Free Lances», cuya traducción literal es «lanzas libres». Eran mercenarios, guerreros independientes que ofrecían sus servicios a cualquiera que necesitara de sus armas.
Para que todos nos entendamos, un freelance no es más que un autónomo de toda la vida que ofrece sus servicios y cobra por ello. Pero me interesa mucho que nos detengamos en el inicio de la palabra, el término «free», que significa «libre» en inglés, y todo lo que conlleva este concepto. Pues bien, de alguna connotación positiva como esta, de alguna negativa y de cómo he conseguido vivir siendo freelance, hablaremos en este episodio. Sin tapujos, como siempre.
Ya en el último año de carrera comencé a tener mis primeros clientes como diseñador gráfico freelance. Diseñaba logotipos, carteles para eventos, folletos, catálogos, etc. Al principio, como todos, empecé trabajando para familiares y amigos y lo hacía gratis, pero poco a poco se fue profesionalizando la cosa y comencé a cobrar por mis servicios.
Pero, a pesar de que ya son 7 años, cuando dejé mi trabajo en 2018 y me lancé a la piscina de verdad para emprender y tratar de vivir de mis propios negocios, reconozco que era bastante reticente con el tema de ser diseñador freelance y ofrecer mis servicios. ¿Por qué? Pues sencillamente porque creía que lo que hacía era intercambiar tiempo por dinero, por lo cual, el modelo de negocio no era escalable y no me iba a permitir llegar a dónde quería llegar. Por eso en los inicios me centré 100% en Flip&Flip. Tanto es así, que llegué a rechazar varios proyectos como diseñador porque creía que eso me restaba energía mental y consideraba que mi creatividad debía estar centrada 100% en Flip&Flip.
Los productos, a diferencia de los servicios, tienen la ventaja de que pueden escalarse. ¿Qué quiere decir esto? Pues que yo puedo realizar el diseño de un producto una vez, como por ejemplo una mochila en nuestro caso con Flip&Flip, y puedo venderlo ilimitadamente. Y claro, como creo que soy tan bueno diseñando y que he realizado un producto que es la leche, voy a vender como churros y voy a pegar el famoso pelotazo. Error. Aquí es donde viene la primera torta.
¿Cuál es el problema que tienen los productos versus los servicios? Bajo mi experiencia siempre, recordemos que aquí gurús los justos, para poder vender miles de unidades, tienes que llegar a una audiencia que, posiblemente, tendrá que ser de diez miles, o cien miles. Porque claro, no todas las personas que entren a tu web, o vean tu producto en la tienda del barrio, lo van a comprar. Lo comprará un porcentaje que, si todo va bien, en nuestro sector está en torno al 1%.
Así que, ¿cómo hago yo para mostrar mi producto a miles de personas constantemente?
Así que, y aquí viene mi primera lección, si no tienes dinero, ni una audiencia previa para crear un producto online, sea un ecommerce o sea el negocio que sea, deberás pensar que tu negocio no alcanzará la rentabilidad hasta el medio-largo plazo. Además, por un tiempo, lo poco que genere lo tendrás que re-invertir si quieres seguir creciendo.
Por fin me decidí a montar mi web de Estudio Iber hace poco más de un año, para formalizar y trabajo como diseñador freelance. ¿Y cómo consigo mis primeros clientes? La estrategia de ventas que mejor me ha funcionado, sin ninguna duda, es el boca oreja. Cuando un cliente confía en ti para un proyecto y te paga, da el 110% para aportarle mucho valor. No hay excusa que valga. Dalo todo, y verás como no hay mejor marketing que un cliente contento, que te recomienda, se convierte en tu mejor comercial y además, sigue confiando en ti para futuros proyectos.
Fíjate en las casualidades de la vida y la importancia de esforzarse por hacer un buen trabajo: Yo había realizado el diseño de las Identidades Visuales de dos amigos, Daniel y David, el primero tiene el Restaurante Uh Mami y el segundo Grupo Gen Arquitectura. Mis dos siguientes clientes vinieron por recomendación de ellos. El primero, Fray, cocinero antiguo compañero de Daniel, que montaba junto a su pareja Loly su primer restaurante en Dublín, llamado Take A Veg. El segundo, Félix, un Interiorista que colaboró con David y al cual le hice todo el trabajo completo de Naming, diseño de Identidad Visual y diseño web para su Estudio Amares.
De ellos han salido otros tantos proyectos y otros tantos clientes. Y así el efecto multiplicador se ha ido expandiendo a base de clientes satisfechos. Tanto es así que, a día de hoy, casi el 30% de la facturación de Estudio Iber viene de Dublín, mediante tres clientes con los que he ido trabajando con continuidad.
Por otro lado, Flip&Flip también me ha traído clientes importantes para el Estudio, ya que realizamos diseño de productos sostenibles para empresas, y con alguna de ellas hemos ido estableciendo relaciones de confianza por nuestra experiencia en diseño y fabricación artesanal. Así que, indiscutiblemente, el marketing que mejor funciona, al menos en mi caso, es el boca oreja. No descuides tu esfuerzo, porque el cliente no tiene la culpa de si tu tienes un mal día o una mala temporada. Esfuérzate por hacer un trabajo que sorprenda a tu cliente.
Por otro lado, en mi caso también también han sido importantes las colaboraciones a la hora de atraer clientes. Colaborar con amigos y compañeros de profesión, como Javi, es interesante ya que en algún momento pueden derivarte algún proyecto. A todos ellos, no me cansaré nunca de darles las gracias.
En mi caso, en 2020, a pesar de que ha sido el peor año para Flip&Flip, he podido vivir con calidad 100% de mis negocios gracias a Estudio Iber, siendo libre e independiente. Con todo esto, por supuesto, me he reconciliado con la palabra «freelance» y me he dado cuenta de que me ha permitido tener el estilo de vida que quiero. Hay varias cosas que me gustan de ello asociadas, como te decía al principio, a la parte de “free”. Todas ellas están relacionadas a la libertad que me aporta en muchos sentidos.
Hago lo que me gusta. Me dedico al diseño y a la creación, que es mi pasión. Obviamente no todo es de color de rosas y en los inicios toca realizar proyectos que te gustan menos, pero merece la pena.
Soy dueño de mi tiempo. Siempre y cuando cumpla los compromisos con los clientes soy libre de poder organizar mi tiempo. Puedo permitirme, en muchas ocasiones, no trabajar un lunes, por ejemplo, a cambio de hacerlo un domingo si me apetece.
La tercera pata de libertad que me ofrece ser diseñador freelance es la de la ubicación. No estoy atado a un lugar, ya que puedo realizar mi trabajo desde cualquier parte del mundo. De hecho, como os decía, tengo gran parte de mis clientes en Irlanda y esto no supone ningún inconveniente. Todo ello hace que empiece a plantearme algo que siempre me ha seducido mucho, que es la idea de vivir en otro país por un tiempo. Aquí hago un poco de spoiler, así que si te quieres enterar de más suscríbete a la newsletter abajo para no perderte los futuros capítulos.
Obviamente no todo es de color de rosas. También tiene cosas más feas, como por ejemplo, aguantar en ocasiones a clientes o proyectos que no te gustan. Tener que trabajar en momentos en los que tus amigos o familiares están de fiesta, ahora con la pandemia obviamente esto no sucede. Acabar trabajando muchas horas al día y no desconectar prácticamente nunca. Pero todas estas cosas que podemos llamar “negativas” son inherentes a emprender un negocio de cualquier tipo. Así que, yo siempre digo que si no estás dispuestas a sufrirlas es que no estás dispuesto a emprender tu negocio. Y si eliges este camino, siendo que tenemos la suerte de poder elegir, cosa que no todo el mundo puede, pues no te quejes, joder. Disfruta y aprieta los dientes cuando vengan momentos duros, que ya pasarán. Piensa que todo forma parte de tu camino.
Hasta aquí el capítulo de hoy. Espero que, si estás pensando en emprender un negocio y no sabes por dónde empezar, esto te ayude a arrancar. Ya sea siendo diseñador freelance u ofreciendo cualquier otro servicio.
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P.D: Gracias por escucharme/leerme. Puedes conocer mis empresas Estudio Iber y Flip&Flip. Puedes hablar conmigo y ver mi día a día en Instagram o Twitter. De vez en cuando, comparto breves ideas sobre diseño y emprendimiento y algunas estadísticas de mis proyectos. Si quieres que te avise para no perderte ningún episodio puedes suscribirte abajo.