52. El poder de la perseverancia

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Libros recomendados:

“Rafa, mi historia», John Carlin

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Cuenta Toni Nadal, tío y ex-entrenador de Rafa Nadal, en una charla TED que estaban en Montecarlo, en los inicios de Rafa, y tenían que jugar la final contra un suizo que llevaba años dándole, un tal Federer.

— Rafa le preguntó a Toni: “¿Cómo lo ves?”

— Toni le dijo: “Pues lo veo complicado: Federer tiene el drive mejor que el tuyo, el revés es mejor que el tuyo, la volea es mucho mejor que la tuya y cuando fue a decirle que en el saque no había color…”

— Le dijo Rafa: “Para, para, para, vaya moral me estás dando para salir a la pista”.

— Toni le dijo: “Si quieres te puedo engañar, pero dentro de un rato no te va a engañar Federer. Así que, más vale que sepas a lo que te tienes que enfrentar y, a partir de aquí, vayamos a buscar soluciones.”

Rafa suplió todo esto con esfuerzo y perseverancia y, en su caso, el resultado habla por sí solo.

Hoy, hablamos de perseverancia, a esta escala, pero también a escalas más pequeñas como la mía. No te muevas, que empezamos.

¿Qué es la perseverancia?

Yo no sé cómo ha sido el camino emprendedor de cada uno, pero si pienso en cómo está siendo el mío, la perseverancia y el sacrificio, sin duda, se lleva el protagonismo como elemento para conseguir cosas.

Dicen que los maños somos bastante tozudos, yo la verdad es que no sé por qué, pero creo que he desarrollado bastante esta habilidad. Quizás haya sido porque no haya tenido la capacidad para conseguir el éxito más rápido o más pronto y entonces no me ha quedado otra.

Pero desde luego, cada día tengo más claro que es uno de los principales motivos por el que no todo el mundo puede emprender y acaba tirando la toalla.

Si lo analizo, yo hace 2 años y medio estaba repartiendo en Glovo mientras emprendía en aquel momento sin éxito con un negocio que no me daba para vivir. No tengo nada en contra de ser repartidor de Glovo, lo digo aquí con orgullo porque creo que aprendí mucho, pero es cierto que el tener que escuchar comentarios de mucha gente cercana que no entendía cómo después de haber estudiado una carrera y estar “en teoría” bien preparado, estaba haciendo eso, pues me afectaba.

Y lo seguía haciendo porque tenía un objetivo en mente. Es muy difícil que esto se entienda, pero cuando quieres conseguir algo de verdad, cuando tienes ambición por algo, eres capaz de hacer cualquier cosa. Y eso es muy difícil de explicar.

Pero seguir repetidamente haciendo algo porque sabes que es el camino que te va a llevar a tu objetivo, al principio se empieza con ilusión, pero pasan los meses, los años, y si no llega el resultado esperado, la mayoría de la gente abandona.

Si empiezas un podcast y lo haces religiosamente cada semana, y pasan los meses, y no llegan grandes resultados, lo más probable es que abandones.

Hace falta mucha perseverancia para aguantar y seguir creyendo en que si sigues trabajando duro, si sigues investigando, ideando y ejecutando con constancia, tarde o temprano los resultados llegarán.

La perseverancia es la capacidad de una persona para mantenerse firme en una decisión tomada o trabajar de manera constante para conseguir una meta sin llegar a renunciar, incluso frente a los obstáculos más difíciles.

Cuando vino Osman a este podcast, en el episodio 35 concretamente, por si no lo escuchaste, Osman es neurocirujano y mi socio en www.tucerebroaldesnudo.com, hablábamos de la perseverancia y él decía que es un tema mucho más ligado a la parte emocional del cerebro.

Cuando tenemos una necesidad inmediata que satisfacer entra una gran parte del cerebro que se encarga de la parte emocional, tomar la decisión de hacerlo es lo más fácil, para decir NO a esa satisfacción, los lóbulos frontales que son los que se encargan de la racionalidad, entran a luchar contra la parte emocional del cerebro. Pero claro, estos lóbulos están en desventaja, primero porque el cerebro es emocional por naturaleza, como explicábamos en el podcast de Tu Cerebro al Desnudo y, segundo, porque esta parte de los lóbulos frontales, no se termina de desarrollar hasta los 30 años.

Entonces, ¿qué ocurre? Pues que si durante toda tu infancia y juventud, has estado acostumbrado a recibir recompensas inmediatas, no has desarrollado lo suficiente esa parte, por lo que la estructura de tu cerebro no está preparada para perseverar en algo sin ver resultados a corto plazo.

En cambio, si te educan tal y cómo educó a Rafa Nadal tu tío, desarrollas mucho esa parte por lo que tienes una capacidad de sacrificio y perseverancia mucho mayor.

La realidad es que la mayoría de la gente está acostumbrada a recibir recompensas a corto plazo. Yo trabajo este mes y a final de mes obtengo mi recompensa en forma de salario. Yo quiero un coche caro y me lo compro porque lo puedo pagar a plazos. Y así con todo.

Inteligencia vs trabajo duro. Aceptar la realidad.

Como te decía, seguramente si alguien tiene la brillantez y capacidad de montar un primer negocio, dar con la tecla y petarlo repentinamente, a esa persona no le ha hecho falta desarrollar la perseverancia.

Aunque si te soy sincero, he conocido a gente con grandes éxitos en los negocios y muy brillantes, y todos, si les preguntas por sus inicios, han pasado por épocas de sacrificios y de no ver resultados.

Pero puede que haya alguien que no. Como te decía, en mi caso, creo que el desarrollar la gran capacidad de perseverar que tengo ha sido por pura obligación.

Yo siempre he sido de notas medias. Nunca he sido excesivamente inteligente, sacaba buenas notas, pero en definitiva siempre he conseguido las cosas por trabajar duro, no por ser el más inteligente. Quizás eso ha sido lo que me ha obligado a ser perseverante y disciplinado, porque lo que siempre he tenido es mucha ambición.

De hecho, Osman siempre defiende que la inteligencia está sobrevalorada en la sociedad y que en el caso del emprendimiento, el éxito depende mucho más del adecuado manejo de mis emociones que de la inteligencia.

En la anécdota que te contaba antes de Toni Nadal, que por cierto te dejo esa charla TED en las notas del capítulo por si la quieres ver, comenta que él, siempre ha apostado por aceptar la realidad.

Que muchas veces creemos que debemos decirles a los nuestros constantemente que son muy buenos, que son los mejores, y eso no ayuda.

Cuando uno sabe que no es suficientemente bueno, acepta la realidad tal cual es, es el mejor punto de partida para empezar a trabajar para suplir esas carencias.

En aquella anécdota, después Toni le añadió a Rafa: “Si tú eres capaz de jugar cada punto como si fuera el último. Si estás dispuesto a poner más ilusión que él, a correr más que él, estoy seguro de que tendrás muchas opciones de victoria”.

Por supuesto, hay que tener la máxima confianza en que con trabajo eso se puede lograr. Si no te crees capaz, no lo lograrás.

Pero si crees que eres capaz con trabajo y esfuerzo, si crees que eres capaz de trabajar más que los demás, de aguantar más, de sacrificar más, puedes conseguir grandes cosas. De hecho, puedes conseguir muchas más cosas que alguien muy inteligente pero con poca capacidad de perseverar y sacrificar. Seguro.

El efecto compuesto:

Al final, cuando tomas las decisiones acertadas, instalas unos hábitos en tu vida para alcanzar tus objetivos y tienes consistencia para realizarlo a lo largo del tiempo, tarde o temprano el éxito llegará.

Esta fórmula del éxito la vi en un video del canal de youtube de Hemisferio Derecho, que me gustó mucho.

DECISIONES + HÁBITOS + CONSISTENCIA + TIEMPO = ÉXITO

Es la fórmula del interés compuesto que tanto se utiliza en economía, pero llevada a la perseverancia para conseguir objetivos en la vida.

La realidad es que hay mucha gente que falla en alguna de estas patas y entonces todo se va al garete.

Empiezas el gimnasio, vas los dos primeros meses del año todo motivado, y cuando ya habías conseguido instalar ese hábito en tu vida, un determinado día abandonas. Te falla la constancia y, por lo tanto, has tirado todo por la borda.

Es muy importante todo esto para ser perseverante. Las cosas no se consiguen rápido ni fácil.

Y si se te venden que se consiguen así, una de dos, o tiene muy poco valor lo que va a conseguir, o, te están engañando.

Zencastr, la herramienta todo en uno para grabar podcast de calidad

Cuando empecé a grabar entrevistas en este podcast probé mil herramientas. Ya sabes que otra cosa no, pero soy de probar todo lo que veo.

Al principio recurrí a lo típico, Zoom o Skype. Pero rápidamente me di cuenta de que esto era un fracaso absoluto porque si internet iba mal se cortaba, se grababa mal, además el formato era muy limitado, en fin, que era un dolor de cabeza constante.

Todo eso cambió cuando probé Zencastr, que es la herramienta que uso ya desde hace un año en todos mis podcasts, la uso incluso para episodios como este en los que grabo solo porque me permite luego editar el video para poder subirlo a Youtube, por eso es para mi un placer que sean los patrocinadores de este episodio.

Con Zencastr te olvidas ya de los problemas de internet, porque una de sus grandes ventajas es que graba en local en el ordenador de cada uno. Esto, también hace que la calidad de audio y video sea muy muy superior.

Y es super sencillo, no tienes que instalar nada, ni tú ni tu entrevistado, simplemente le envías un enlace y el entrevistado hace click y ya está dentro.

Por si esto fuera poco, puedes descargar video y audio por separado, pero es que además tienen su propia herramienta de postproducción incluida con la que puedes editar tus podcast de manera super sencilla, si eres de los que no te quieres complicar la vida.

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El valor de la perseverancia para emprender

Un empresario o emprendedor que persiste, tiene la capacidad de enfrentarse al fracaso continuamente y sentirse cómodo fallando.

Y esta es la diferencia fundamental. El sacrificio por hacer algo es la capacidad que tiene nuestro cerebro de diferir el placer. Esto es algo que cada uno tenemos que saber medir de nosotros mismos.

Yo he pasado muchos años viviendo penurias por sacar adelante negocios con los que he fracasado. He fracasado muchas veces. Me he dado tortaos enormes. He perdido mucho dinero que me había costado mucho ganar.

Pero de todo eso he aprendido y sé que en los momentos más chungos, he tenido la capacidad de no desistir y seguir adelante con el plan.

Y la experiencia, me ha demostrado que, al final, los resultados llegan.

Pero si das bandazos cada vez que no consigues los resultados tan pronto como pensabas, si no eres capaz de tener constancia con algo, nunca van a llegar, porque no le estás dando tiempo suficiente.

Reflexión y cierre final.

A mi, especialmente, creo que me ha costado muchísimo conseguir algo tan fácil para otra gente como es vivir de tus negocios.

Porque me equivoqué en los enfoques, me equivoqué en mil cosas. Pero siempre he creído que tengo la capacidad de sacrificarme y trabajar como el que más, y que eso me daría resultados. Hoy, ni de coña he alcanzado lo que pretendo, me queda mucho, no me pongo límites y de hecho, me siento muy por fracasado a veces si pienso cómo me gustaría estar y cómo estoy, pero si lo pienso, he montado un negocio sólido de diseñdor freelance, con clientes sólidos, que me permite vivir bien y en Países Bajos, que no es barato jaja, y hago lo que quiero.

Si no hubiera perseverado no estaría aquí.

Me gustaría de verdad saber tu opinión en cuanto a esta reflexión. Puedes compartirla en tuiter etiquetándme @ignacioberges o escribirme por email o dejar un comentario en este podcast en la plataforma que lo escuches. Creo que es un melón que da para mucho y seguro que todos podemos aprender de todos. Si te apetece abrir el melón y quieres compartir este episodio con alguien, pues es la mejor manera de apoyar este proyecto.

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Esto es todo.

Mil gracias siempre por escucharme.

¡Nos vemos pronto!

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