13. Las etiquetas verdes para vender: sostenible, vegano, eco, bio. ¿Greenwashing? ¿Nos engañan?

 

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El greenwashing, está pasando

Hace unas semanas participé en el Encuentro Por Una Moda Sostenible, organizado por Ecodicta y Loom,  por cierto, gracias a Raúl y Mercedes por la invitación, los chicos de Ecodicta, que tienen un proyecto de alquiler de ropa muy chulo, por si queréis cotillearles. Pero bueno, el tema es que nos juntamos varias marcas de España para debatir ideas y sacar conclusiones útiles sobre el panorama actual y futuro de la moda sostenible, y volvió a salir a debate un tema que a mi me preocupa porque me encuentro mucha confusión en la calle, que es el de las etiquetas verdes: sostenible, orgánico, bio, ecológico, etc. 

¿Se están usando bien? Pues en muchas ocasiones la realidad es que no y, aunque por suerte hay muchas marcas que están haciendo las cosas bien, lamentablemente también hay muchas otras que no las están usando correctamente y hacen uso de ellas más como elemento de marketing, porque es un tema tendencia, saben que tocan la fibra de mucha gente que se preocupa por el planeta y les funciona.

Pero ojo, porque hay que fijarse bien para que no nos engañen. Hice un breve hilo en twitter aclarando un poco este tema pero, como creo que tiene más miga, voy a profundizar más por aquí. Así que como este tema me toca de cerca por Flip&Flip y de ecodiseño creo que puedo aportar algo, hoy quiero aclarar aquí muchas cosas y abrir muchos melones, por supuesto no me voy a cortar un pelo, así que a ver si no me caen muchos palos. Al lío.

 

Las etiquetas verdes y el greenwashing, ¿nos engañan?

Primer Cartel Del Planeta Tierra En Un Poste De Hormigón
Imagen de Pexels

 

Crema natural, champú orgánico, camiseta ecológica, zumo bio, zapatos veganos. ¡La cantidad de veces que te habrás encontrado estas etiquetas!  Las encontramos por todos lados, pero vamos a intentar ver cuándo nos mienten, cuando nos dicen medias verdades y cuando se usan correctamente. 

Vayamos por partes y, aunque parece muy obvio y lo hago siempre, es esencial ir al origen del término. ¿Qué significa realmente? ¿Cuál es el objetivo que busca hacer que un producto sea sostenible, orgánico o ecológico? Esto que parece muy evidente, en muchas ocasiones no se hace. 

Si vamos término por término, algunos de los más populares son:

Natural

Seguramente es el que más erróneamente se usa. Significa “perteneciente o relativo a la naturaleza”, “que está tal y como se halla en la naturaleza”. Es decir, que un ingrediente natural será todo aquel que la naturaleza genere. Como Ferrán Adriá explicaba en una de sus charlas, la única especie de tomate natural que existe en el mundo se encuentra en Los Andes y es incomestible. El resto, no los genera la naturaleza por sí misma, los genera el agricultor, requieren de intervención humana. Así que, esto nos lleva al siguiente término: Ecológico.

Ecológico, «Eco»

Si el ser humano interviene para cultivar esa materia prima o ingredientes, ya no es natural, pero sí que puede ser ecológico. ¿Cuándo? Pues siempre que para su cultivo no se hayan usado compuestos químicos que dañen el medio ambiente. Ya podrás intuir que pocos productos podrán tener procedencia natural, en todo caso podrán ser ecológicos. Así que, cuando veas la etiqueta “natural” para querer venderte algo como bueno, yo de primeras sospecharía, como mínimo, e indagaría más sobre la procedencia del producto. 

Biológico, «Bio»

Este caso es muy similar al anterior. Biológico quiere decir “natural o que implica respeto al medio ambiente al evitar el uso de productos químicos.” Como veremos más adelante con algunos ejemplos, esto no necesariamente quiere decir que el producto sea bueno para el planeta.

Orgánico

Seguramente, una de las peor usadas. No porque esté mal, sino porque no tiene mucho sentido. Orgánico, wow, que bien suena esto. Pues bien, el significado real de orgánico es «que tiene como componente el carbono y que forma parte de los seres vivos». Los seres vivos tienen carbono pero ¿entonces esto quiere decir que si un producto tiene la etiqueta orgánico es bueno para el medio ambiente o la salud? Pues no tiene porqué. En absoluto. No sé, la mierda es orgánica pero yo no me comería una, ya que no creo que sea muy buena para la salud. Con esto quiero decir que me parece que esta etiqueta es puramente un elemento comercial, porque aportar aportar, creo que aporta poco. 

Vegano

No podía faltar, aunque algún palo me va a caer con este. Me ha tocado de cerca con Flip&Flip y me da mucha rabia que se use a veces para engañar y vender. Vegano, como muchos sabéis, quiere decir que practica el veganismo que, según la RAE, es una actitud consistente en rechazar alimentos o artículos de consumo de origen animal. Y punto. Eso es lo que quiere decir, pero no intentemos hacer creer a la gente que porque mi camiseta es vegana, es la mejor del mundo para el planeta. Luego veremos por qué no.

Sostenible

Y por fin llegamos al término más global y que más deberíamos buscar, siempre y cuando esté bien usado. Vamos a ver qué dice la RAE de sostenible: que se puede mantener durante largo tiempo sin agotar los recursos o causar grave daño al medio ambiente. Por primera vez empezamos a ver algo de lógica y sentido común ya que, sostenible, tiene en cuenta varios factores que afectan al medio ambiente como: la calidad, los recursos, el impacto medioambiental.

 

Algunos ejemplos de buen uso y mal uso de las etiquetas verdes

Realmente para que un producto sea bueno para el medio ambiente, la sociedad y la salud, que entiendo que es lo que buscamos todos, o deberíamos, se deben tener en cuenta muchos factores. Por eso, el uso en muchas ocasiones de las etiquetas anteriores no quiere decir necesariamente que sea bueno. Vamos a ver algunos ejemplos

Seguro que has visto anuncios en los que te dicen, “Zapatos o zapatillas veganas”, incluso algunas marcas han adquirido el sello “Peta approved vegan” y lo ponen en su web fardando de ser los mejores para el mundo y el planeta. Empiezas a buscar y te das cuenta de que esas zapatillas están hechas con material sintético, en Asia y que, tanto el producir la materia prima, como el transportarla desde Asia hasta origen, está generando un impacto en el planeta que yo no diría que es muy “bueno” o muy “sostenible”. Para entenderlo más claro, Nike y cualquier marca deportiva, lleva haciendo zapatillas de deporte veganas o, al menos, igual de veganas que dicen ser muchas de estas marcas, desde sus inicios. Y no los habrás oído decir que son veganos para intentar engañar a nadie de que son buenos para el planeta. Este tema la verdad es que me indigna un poco, lo reconozco.

Por otro lado, como decíamos, en sostenibilidad se tiene también en cuenta un tema importante que es la calidad, los recursos, el entorno. Así que, hay mucho más allá que el tejido, el ingrediente o la materia prima en general.  

Por poner un ejemplo extremo pero que sirva de aclaración, ¿qué es más sostenible, una mochila que deba soportar mucho peso fabricada en papel reciclado o fabricada en un material sintético? La de fibra sintética, si el material es de buena calidad, no será ecológica ni reciclada, pero puede tener una larga vida. Por este motivo, será mucho más sostenible que la de papel reciclado, que probablemente no aguanta ni el primer uso. 

Esto, obviamente, es un ejemplo extremo, pero sí que está pasando el que nos vendan una camiseta ecológica por 9€, que incluso puede tener un sello internacional que avale la etiqueta “eco”, y nos intenten hacer creer que es lo mejor del mundo para el planeta. Sí, la materia  prima del tejido puede que sea ecológica, pero seguramente habrá sido fabricada en unas condiciones laborales que dejan mucho que desear y el impacto ambiental de traer esa prenda de Asia a origen también habrá sido importante. Lo que quiero decir con esto es que, para mi, ahí el término ecológico no es mentira, pero aporta más bien poco. De lo importante, que es el término sostenible, tiene poco. De hecho, puede ser mucho más sostenible una camiseta hecha con un material sintético ya que, si la calidad es superior y ha sido fabricada en proximidad y con unas condiciones laborales justas, te va a durar más y está generando un impacto más positivo en el planeta.

Es decir, que entra en juego el analizar el ciclo de vida del producto. Que viene a ser, pensar en todas las fases de la vida útil de un producto, desde la obtención de la materia prima, la logística que implica, la fabricación que es junto con lo anterior la que va a determinar la calidad del producto y, por último,  la distribución. 

 

Conclusión

Deberíamos perseguir siempre el consumir productos sostenibles y saludables, pero ojo, la sostenibilidad es algo que engloba muchas cosas y, como tal, hecha la ley hecha la trampa así que, cuidado si ves una etiqueta de 100% sostenible, porque 100% sostenible no hay nada. Lo bonito de la sostenibilidad es que es una mejora continua, y que nunca vas a hacerlo perfecto. Pero lo importante es que lo intentes y aportes en la fase del ciclo de vida que puedas, siempre y cuando seas honesto. Si aportas solo en una parte, ya está bien, poco a poco, pero se transparente. 

Así que, ya para cerrar, con esto quiero decir que no te dejes guiar por las etiquetas y antes de comprar párate a pensar en todo esto. Párate a pensar si realmente ese producto lo necesitas y si es que sí, que tipo de impacto tiene en el medio ambiente, en la sociedad o en tu salud. 

Y nada, hasta aquí el podcast de hoy. Como siempre, espero que te haya sido entretenido e interesante. Si te ha gustado este episodio y aún no lo has hecho, suscríbete para no perderte los siguientes, y ya si lo compartes, pues mejor que mejor. Ya sabes que en mi web ignacioberges.com tienes las notas ampliadas del capítulo con enlaces y alguna cosa interesante que he ido recopilando. Y si quieres, puedes suscribirte a la newsletter así yo te aviso cada vez que tenga algo que contarte. 

Esto es todo.
Mil gracias siempre por escucharme.
¡Nos vemos pronto! 

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