En las últimas semanas, ha coincidido que varias personas (habrán sido dos o tres, flipado) me han preguntado que cómo hago para hacer tantas cosas; porque claro, llevo Estudio Iber, Flip&Flip, RuralClub, este podcast, y algunos experimentos más que siempre voy probando, no te voy a engañar.
Yo creo que igual desde fuera parece mucho más que lo que es desde dentro, como verás luego, pero, es cierto, que hay que estar bien organizado.
Esto me llevó a pensar que igual es interesante que cuente cómo me organizo, porque, ojo, hasta llegar al nivel de productividad al que estoy hoy, me ha costado, esto no siempre ha sido así. Todo ha sido a costa de pulir el método que ahora os contaré.
Aviso que este es el método que a mi me ha funcionado, pero no quiere decir que te funcione a ti también, o sí, quién sabe. O igual te ayuda a establecer tu propio método. O no. Yo que sé. Quédate para saberlo.
Como te decía no siempre he estado tan bien organizado ni he sido tan productivo, ni mucho menos.
He tenido también épocas de despilfarrar el tiempo en cosas que luego he visto que no merecían la pena, pero, como en todo, se aprende fallando, y hoy, por fin, sí que considero que estoy bastante bien organizado, seguro que se puede mejorar, pero la verdad es que me cunde bastante, así que, quiero contarte algunos errores que cometía antes:
Y a grandes rasgos, estos son los principales fallos que antes cometía, algunos son bastante comunes y es posible que tú también los hayas cometido o los cometas, así que, ahora, te voy a contar, mi super método que me ha ayudado a ser mucho más productivo y ser capaz de hacer muchas más cosas y de obtener mucho mejores resultados, que esto es lo importante. Si no, no tiene sentido lo anterior.
El primer paso, como ya te conté en el episodio 27, es tener un propósito claro y unos objetivos que se alineen con este propósito.
Esto suena a lógico, pero lo difícil es sentarse a escribirlo porque lo que no está escrito se lo lleva el viendo y es importante tenerlo en un lugar para revisarlo con frecuencia.
La mayoría de la gente, y antes yo también lo hacía así, empieza a llenar su agenda de tareas conforme va llegando trabajo. Es decir, empiezas a llenar tu agenda de las tareas “hay que”. Sin pensar, te encargan un trabajo y apuntas, hay que hacer este trabajo para tal día. Te viene una idea y apuntas, hay que hacer esta idea. Y así, hasta llenar la agenda.
¡Cómo nos gusta llenar la agenda! Que esté bien llena.
Pues eeeeerror.
Deberías preguntarte si esas tareas te llevan a cumplir esos objetivos y propósito que quieres alcanzar. Y para ello, lo que yo hago es hacerlo a la inversa.
Te cuento cómo lo hago.
Arriba del todo va el propósito. El propósito manda y lo marca todo.
Bien, pues cada año, a principio de año, invierto bastante tiempo en analizar los resultados del año anterior, ver qué objetivos he cumplido, qué otros no, y porqué. Y después, revisando siempre el propósito, y, en base a las conclusiones del año anterior, me marco los nuevos objetivos.
No metas paja. Los objetivos no son una lista de la compra. Deben ser pocos, buenos y, muy importante, medibles. Los empiezo a escribir, y reviso que todos estén alineados con el propósito. Si no está alineado, fuera. Es mejor tener 3 objetivos buenos que 10 de relleno.
Yo los de este 2021 los tengo divididos, por orden de prioridades, en 5 bloques:
Lo importante es que todos estos objetivos están muy alineados con ese propósito que yo tengo y esa estrategia que tengo para alcanzarlo.
A principio del año que viene haremos un episodio de spoiler del bueno, viendo resultados, pero ahora, una vez tengo claros los objetivos, cómo me organizo en el día a día para cumplirlos.
Bien, como te decía antes, para mi es muy importante tener una rutina de hábitos sanos y cumplirla a rajatabla.
Al principio me daba mucha pereza recién levantado hacer las 30 flexiones, pero, ahora, la verdad, ni lo pienso. Mi cerebro ya no piensa en que tiene que hacerlo, lo hace, como un autómata, porque ya he adquirido el hábito.
Después desayuno, me aseo y visto (importante esto para mi, aunque trabaje en casa) y, antes de ponerme a trabajar, leo el pergamino que me toque del libro. Después, leo 10 páginas del libro que este leyendo en ese momento, y me siento en la mesa de trabajo.
En la mesa, lo primero que hago es, ojo, esto me ha cambiado todo, bien, me siento, y me escribo en una página de una agenda lo siguiente, a mano eh:
Primero, el propósito, lo tengo resumido en 4 líneas, segundo, los objetivos y tercero, las tareas prioridad de hoy, pero esto ya no no lo hago a mano, lo hago en una aplicación que se llama Coda.
Y dirás, ¿escribes todos días lo mismo?, sí, el propósito y los objetivos del año son los mismos, pero esto me ayuda a tenerlo presente y no meter en el día tareas que no me llevan ahí. Separo el grano de la paja.
En Coda tengo varias carpetas, la primera de todas se llama “A trabajar”, así que si lo dice Coda se hace y punto. A Coda no se le lleva la contraria.
En esa carpeta tengo varios docs, el primero se llama “Por hacer”, y ahí tengo las tareas con una vista, tipo canvas, distribuidas en las siguientes columnas de derecha a izquierda:
Importante este orden de derecha a izquierda. Si se me ocurre una idea para hacer, pienso, ¿es importante? Sí o no. ¿Cómo de urgente es? Y veo, si es algo para hacer ya, o para este año o para este mes. Así, las tareas se van moviendo de derecha a izquierda, de año a hoy, poco a poco.
Yo trabajo en mini periodos semanales, así que, cada lunes por la mañana, veo todas las tareas que quiero hacer esa semana, lo dicho, siempre después justo de escribir propósito y objetivos para ver que están alineadas y priorizar las más importantes.
Las tareas que más prioridad tienen son las que más rápido considero que me van a llevar a alcanzar mis objetivos, y esas van esa semana. Ya el lunes me organizo también la columna “mañana”, y, por supuesto, la columna hoy.
El resto de días, después de la famosa rutina, lo mismo, reviso que las tareas estén alineadas, y las de hoy ya no tengo que pensarlas, simplemente es arrastrar todas las de la columna mañana a la de hoy y planifico las tareas para mañana. Así voy siempre a un día vista.
Empiezo a trabajar, y la columna llamada “ahora”, puede parecer una chorrada, pero, en realidad, es la columna clave. Ahí solo puede haber una única tarea. Cuando introduzco esa tarea ahí, hasta que no la acabo, no paso a la siguiente.
Y aquí, a veces, sobre todo cuando trabajo para clientes, uso otra aplicación que se llama Toggl, que es simplemente un temporizador, para controlar el tiempo que le dedico a cada proyecto y poder ver si me he quedado corto presupuestando, o largo, o lo que sea.
Yo empecé a usar Toggl para eso, pero la sorpresa es que también me ayuda a aumentar mi productividad. ¿Porque? Ay, amigo, cuando le das al botón de play del temporizador, ya no tienes escapatoria, ya no te puedes escapar a revisar Twitter, ni historias, porque si no te estás auto-engañando. Así que, funciona y mucho.
Una vez acabo esa tarea, la arrastro a la columna “hecho” y paso la siguiente tarea a “ahora”.
De verdad, esto, a mi por lo menos, me permite tener un foco brutal en esa única tarea. No veo el resto, en ese preciso momento, mi objetivo es hacer esa tarea. Y punto. Me guste o no. Hasta que no la hago no paro.
Todo esto, para los más curiosos, os dejaré capturas de mi Coda en las notas del capítulo de mi web. Ya sabes que en este podcast no hay filtros así que ahí te muestro todo.
Cosas importantes: en estas tareas no diferencio si de un negocio y otro. La clave ha sido entender todos mis negocios como un todo. Sólo diferencio en la parte económica, para llevar un control, pero en tareas ya no.
Importante, como ves, en estas tareas de la semana no solo van las relacionadas al trabajo. Porque mis objetivos dicen, que lo más importante es la salud, después mi gente y después el trabajo. En ese orden, así que, reservo también su espacio para las tareas de deporte y familia y amigos.
De esa manera, sé que cuando estoy haciendo esa tarea, estoy siendo también productivo, porque eso me lleva a cumplir mis objetivos, que se que son claves para alcanzar mi propósito.
Antes no lo hacía y, estaba todo el día ocupado en muchas tareas que eran paja y no me quedaba tiempo para nada más que el trabajo. Claramente, porque estaba mal organizado. El tiempo es flexible, todo es cuestión de organizarse.
El fin de semana, aunque siempre trabajo algo, intento romper un poco esta rutina para relajarme y empezar el lunes reseteado.
En Coda hago muchas otras cosas, como control de proyectos, de apuntes de libros, los guiones de los podcast. Lo tengo todo ahí, y estoy encantado, pero esto si te interesa me dices porque da para otro podcast.
Y bueno, hasta aquí. Esto ha sido todo. Como te decía esto es lo que a mi me ha funcionado, espero que te haya sido útil a ti. Para cualquier cosa que quieras comentarle, sabes que puedes encontrarme en ignacioberges.com. Yo encantado de que me escribáis.
Si te ha gustado, se agradece un like, que te suscribas y compartas, y si no, pues ánimo por haber llegado hasta aquí.
Esto es todo.
Mil gracias siempre por escucharme.
¡Qué pases buena semana y nos vemos pronto!