En el podcast de hoy te quiero hablar de simplificar y de cómo afecta el minimalismo en la vida y sobre todo en el diseño, para bien o para mal. Porque también veremos algunos ejemplos. Así que, vamos al lío. Recuerda que puedes escucharlo en todas las plataformas y si lo prefieres en formato lectura, aquí te lo dejo también acompañado de algún contenido visual que quizás te sea útil. Espero que lo disfrutes.
Hoy quiero empezar el podcast contándote una de las historias que más me gustan en la historia del diseño. Es el caso de la silla Thonet. Las sillas de aquella época, hablamos del s. XIX, estaban hechas con muchas piezas de madera unidas con cola.
Michael Thonet pensó que, a lo mejor, podría inventarse una silla más simple. Ahí es cuando tuvo la idea de intentar curvar palos de madera de haya de sección redonda. Él pensó, claro, si las ramas de los árboles cuando están frescas se pueden doblar y cuando están secas se rompen, quizás podamos aplicar este sistema de la naturaleza empapando los palos en vapor, para después introducirlos en un molde y secarlos haciendo evaporar la humedad absorbida. De esta forma los palos conservarán las formas deseadas. ¿Y cuáles eran esas formas? Thonet pensó que curvando la madera se podían reunir varias funciones en una única pieza: es decir, las patas posteriores y el respaldo podrían ser de una única pieza, sin necesidad de encajes ni de colas. Y el asiento, en lugar de hacerlo cuadrado, lo hizo redondo de una sola pieza. De esta forma, su primera silla fue realizada con sólo seis piezas unidas con sólo diez tornillos. Hasta esa fecha, la silla de Chiavari, que era la más simple, constaba de dieciséis piezas.
Fue en 1859 cuando la primera silla Thonet se fabricó. Hoy es un icono del diseño y se han vendido más de setenta millones de ejemplares, de hecho seguro que si no la conocías, cuando la has visto te ha sido familiar.
El caso es que hace ya unos meses, creo que fue en octubre, Google presentó el diseño de los nuevos iconos para todo su setup de aplicaciones (drive, gmail, maps, etc.) y se desató una gran polémica porque, al parecer, no fue muy bien recibida entre muchos usuarios que se quejaban de sentirse desorientados y confusos, ya que el nuevo diseño se basaba en simplificar y unificar la imagen en un mismo estilo y gama cromática, tanto que costaba distinguir entre una aplicación y otra. A ver, se puede distinguir pero, obviamente, no es tan intuitivo y fácil como antes. Como podéis imaginar, esto desató en una saga de memes en Twitter bastante graciosos. La verdad es que para esto el ser humano es maravilloso.
Hace unos días, David Delahunt, que es el diseñador detrás de la cuenta Designers Humor, publicó en su Instagram esta imagen que, para mi, resumía a la perfección la importancia de este problema, que es la confusión entre los distintos iconos.
Obviamente, que haya habido tanta gente quejándose de este problema quiere decir que el diseño no ha funcionado bien, o al menos, no tan bien como debería. Estuve debatiendo con algunos compañeros sobre hasta que punto el minimalismo en diseño es bueno o malo y hablábamos de que si realmente el objetivo de Google era dotar de una mayor identidad de marca al conjunto, a lo mejor hay otras formas de hacerlo sin que para ello se devalue su función principal, que no nos olvidemos que es la de la usabilidad y correcta identificación de las aplicaciones.
Vale, es cierto que quizás no va a ser lo más común el ver todas las aplicaciones juntas, sino que accederás a una u a otra desde diferentes fuentes, pero puede darse el caso y si esto ocasiona un problema es claramente un error importante. De hecho, aunque no fuesen tan parecidos, antes ya había una identidad común en los iconos de todas las aplicaciones. Y seguramente, un punto intermedio hubiese sido una mejor solución. Pero bueno, quién soy yo. Es solo mi opinión.
Todo esto me llevó a una reflexión, que es lo que me parece interesante, que es vale, siempre se habla del minimalismo en diseño y se dice que en muchas cosas, “menos es más”, pero ¿hasta qué punto es bueno simplificar? ¿cuál es ese punto en el que, si te pasas, la simplificación pasa de ser algo útil y bueno, a algo ineficiente, por no llamarlo inútil, y malo?.
El minimalismo, sin duda, cada vez está más presente en el diseño y en la sociedad. Pero claro, ¿cuál es la verdadera utilidad del minimalismo, que nos hace avanzar hacia algo que debería ser mejor? ¿Cómo lo aplicamos correctamente?.
Si nos vamos a la segunda acepción de la RAE del término “minimalismo” dice: “Tendencia estética e intelectual que busca la expresión de lo esencial eliminando lo superfluo”. Y la verdad es que tiene bastante relación con Bruno Munari, que en su libro ¿Cómo nacen los objetos? (Por cierto, este libro es la «biblia» del diseño, me fascinó y seguramente saldrá referenciado en más capítulos de este podcast, tienes el link arriba). Pero bien, hay un capítulo del libro en el que habla de la importancia de simplificar en el diseño y define el término de la siguiente forma: “Simplificar hace referencia al intento de resolver el problema eliminando todo lo que no sirve para la realización de las funciones” Munari dice que simplificar es mucho más complejo y requiere de mucha más creatividad que complicar. Ya para complicar tu puedes añadir elementos superfluos sin pensar más allá de si van a aumentar el coste, de si realmente son necesarios, etc.
Pero cómo bien dice, esta tendencia a complicar algo se debe, en muchas ocasiones, a que el público en general es más propenso a valorar el “mucho trabajo” que lleva algo complicado. En cambio cuando ven algo simple, suelen pensar que “vaya cosa más simple”, eso también podía haberlo hecho yo. Sin llegar a valorar realmente las horas de trabajo, investigación y creatividad que hay detrás de un caso como el que hablábamos al principio de Michael Thonet.
Así que al final creo que lo interesante es siempre tener el foco claro sobre cuál es el objetivo de lo que hacemos. Es decir, si tu adoptas el minimalismo en cualquier ámbito de tu vida, es importante que te cuestiones las cosas y no hagas lo primero que leas que hay que hacer. No caigas en el minimalismo como corriente, como pertenencia a una tribu simplemente, no es una pose sino un medio para eliminar lo superfluo quedándonos con lo esencial. No perdamos el foco de lo que es verdaderamente esencial, que en según qué situaciones, para cada uno será una cosa, pero es importante saber qué es esencial para ti.
Y bueno, con esta reflexión quiero acabar el capítulo de hoy. Ojalá algo de lo que te he dicho te haya sido útil. Cómo siempre te animo a que, si te ha gustado, te suscribas en tu plataforma favorita y que si te apetece, lo compartas en tus redes sociales y a tus amigos. Esto me será de gran ayuda para seguir creando contenido y poder hacer crecer esta comunidad de mentes inquietas.
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