Muchas veces me llegan emails al correo de Flip&Flip, también Estudio Iber, pero sobre todo Flip&Flip, y me parece bastante curioso como desde fuera mucha gente se dirige como si fuésemos una empresa con muchos empleados.
Después, cuando muchas veces digo que dirijo mis negocios de forma individual, apoyándome en colaboradores externos para delegar ciertas áreas, la gente se sorprende de que pueda llevar todo solo. Pero claro, es que realmente no estoy solo, lo que ocurre es que no tengo socios, ni empleados. Los he tenido, pero ahora no los tengo.
Así que, hoy quiero hablar de negocios unipersonales, de cómo muchos prejuicios y dudas se basan en estigmas incorrectos que están arraigados en la sociedad. También de cómo lo hago yo, y muchos otros negocios unipersonales que están a un nivel muy por encima del mío consiguiendo cosas increíbles.
Si todavía eres de los que asocia el crecimiento de una empresa al número de empleados o de rondas de financiación que levanta, quédate, porque le vamos a dar una buena patada a estos falsos mitos.
Como ya te he comentado en algún otro episodio, cuando empecé a emprender yo tenía una percepción muy diferente de los negocios y, por lo tanto, unas aspiraciones muy diferentes a las de ahora.
En su momento, yo asociaba el éxito de una empresa a tener unas instalaciones grandes, con muchísimos empleados. O al levantar grandes rondas de financiación.
Poco a poco, conforme iba aprendiendo cosas e iba avanzando en mi camino, iba desmitificando ciertos aspectos. En su momento, yo soñaba con ser el nuevo Amancio Ortega, sí, así de flipado estaba, y cuando leí su libro, fui adentrándome en su figura y, paralelamente, fui avanzando en mis negocios y dándome algún que otro tortazo, y me fui dando cuenta de que yo no quería ser como Amancio Ortega, y además, seguramente tampoco estaba capacitado, porque eso pasa una vez en la historia. Ojo, que eso no quiere decir que no admire a Amancio Ortega, que me sigue pareciendo un ejemplo en muchas cosas y creo que se puede aprender mucho de él, pero me di cuenta de que eso no iba conmigo, y de que había otras formas de montar negocios. También de tener éxito y grandes ambiciones, por qué no, tanto económicas, como a nivel de impacto en la sociedad.
Después me llegó la etapa del “mundo startup”, y entramos con Flip&Flip en una aceleradora en Madrid. Ahí nos metimos de lleno en el panorama nacional de startup, inversores, rondas, CEOS; CPOS, CTOS y todos estos anglicismos que nadie entiende pero hay que decirlos para molar. Pues bien, de nuevo, no tengo nada en contra de ese mundillo y me parece un camino muy respetable pero, volví a darme cuenta de que aquello no iba conmigo.
Además, finalizando la etapa en esta aceleradora conocí a mi mentor, Juan Carlos, y empecé a conocer su forma de montar negocios. Una forma que, en aquel momento, para mi era totalmente desconocida y sorprendente. Recuerdo que el primer día que lo conocí me dijo que todos sus negocios tenían dos máximas, la primera: “Juan Carlos no puede trabajar nunca para sus negocios, deben ser sus negocios los que trabajen para él”. Y la segunda: “Los negocios que mota Juan Carlos tienen que ser rentables desde el minuto cero”. Es decir, montar negocios es un juego que, si te gusta como a nosotros, es un juego muy divertido y del que no nos cansamos de jugar, pero lo realmente serio e importante es la vida, y eso está fuera de los negocios.
Empecé a ver que no era necesario tener muchísimos empleados para facturar varios millones de euros. Tampoco hacía falta tener oficinas. Tampoco socios, en muchos casos. Tampoco inversores. Todo esto fue un golpe entre las piernas para mi, porque yo lo que había visto era empresas que para facturar 1M€ tienen 20 empleados y levantan ronda tras ronda de financiación. Juan Carlos, que como dijo en el podcast, factura varios millones, lo hace con un equipo en remoto que no llega a los 20 empleados.
También me había convencido de que en los primeros años hay que invertir e invertir en un negocio aunque no sea rentable porque ya vendrán los resultados en el futuro, o eso pensaba yo, y así es como palmé bastante dinero. Los primeros años, cuando empecé a emprender en paralelo a mi trabajo, invertía todo lo que ganaba en el negocio y, ojo, no estoy diciendo que no haya que invertir, por supuesto que hay que invertir y arriesgar si quieres conseguir algo, pero, lo que quiero decir, es que hay que hacerlo con cabeza.
Recuerdo que un día, un amigo de mi tío, empresario jubilado pero con grandes éxitos a sus espaldas, me decía, cuando yo le pedía consejo insistentemente, que cómo mejor iba a aprender es dándome tortazos y que esos tortazos salieran de mi bolsillo. Y así fue, a mi me picó el bolsillo pero bien, así que, la lección creo que la tengo más que aprendida. O eso espero…
En este último año, o año y medio, todavía he descubierto una nueva forma de montar negocios. Una manera que, aglutina todo lo anterior que te iba comentando que descubrí con Juan Carlos y, una manera que encaja totalmente con mi filosofía de vida.
Del mundo startup he pasado al mundo maker. Personas que se preocupan más del hacer que del levantar rondas. Hacer, hacer y hacer, lanzar mínimos productos viables, lanzar cosas, hacer pruebas, fallar, aprender rápido y barato y así, llegar al éxito, si todo va bien.
Entré hace unos diez meses en Sin Oficina, una comunidad online en la que descubrí este mundo de personas que, en la mayoría de las ocasiones, montan negocios online, negocios unipersonales que les permitan ser libres y, en muchos casos, ganar mucho dinero y tener mucho impacto. Sin oficinas, sin jefes, en muchos casos sin socios, sin empleados, y por supuesto sin inversores.
También me suscribí hace unas semanas en la membresía de Nudista Investor, un negocio que me gusta mucho, que admiro y que, además de que el tema de las finanzas personales es útil para mi desarrollo en el momento actual, me interesaba mucho analizar este negocio desde dentro.
Como te digo, es una forma de ver los negocios que va mucho conmigo, y quiero contarte qué ventajas le veo.
En el libro “The Company of One”, adelanto que no he leído el libro pero si me lo han recomendado y he leído varios resúmenes y visto varios vídeos sobre este libro. A pesar de que, no puedo recomendártelo, te dejaré el link en las notas del capítulo, por si te pica la curiosidad. Y también, por si vas a comprarlo, que lo hagas con mi link de afiliados, no nos vamos a engañar.
Bien, pues ese libro parte de la base de que el crecimiento trae más complejidad, más responsabilidades y en general más gastos. Por eso aunque muchos lo veamos como lo que se debe hacer, no necesariamente es la movida más inteligente.
Si que es inteligente crecer, pero las empresas unipersonales, deben cuestionarse el crecimiento, y este tipo de empresas tienden a ser:
Así que, antes de crecer por crecer, cuestiónate lo siguiente:
Otro aspecto importante que menciona el libro es el tema de la personalidad, que es única y no se puede replicar, por lo tanto, debe ser usada para ganar la atención de los clientes y construir algo sostenible en el largo plazo.
Piensa:
Y claro, te preguntarás, como se puede escalar un negocio de este tipo, tan limitado en todo. Pues bien. El libro afirma que: cuando se necesita un aumento en las ganancias las empresas unipersonales pueden recurrir a automatizar ciertas tareas con tecnología, sin necesidad de más empleados o recursos y subcontratar tareas a colaboradores externos.
Así que si estás pensando en lanzar un negocio de este tipo, piensa:
En mi caso particular, como te decía, no siempre fue así. Todo ha sido una evolución a base de fallar y de probar las cosas. He probado todo, he tenido socios, he buscado inversión y posteriormente la he rechazado. En fin, que no hay nada como probarlo.
En mi caso, monto negocios para ser libre y, considero que un inversor en la mayoría de las ocasiones te va a restar libertad. A no ser que des con una persona muy alineada con tu filosofía de vida y que te deje hacer, en la mayoría de los casos, y esto es lo que yo veo de cerca en el mundo startup, va a acabar restándote libertad y siendo tu jefe. ¿Por qué? Pues porque él se va a preocupar de que su dinero crezca. Se va a preocupar de que engordar la vaca lo más rápido posible porque lo que quiere es vender su parte multiplicando su dinero por 10. Así de simple. Tu eres un número.
¿Que quieres aumentarte el salario? Tendrás que preguntarle al inversor. ¿Que quieres repartir beneficios? No podrás, porque la empresa no será rentable. ¿Que quieres irte de vacaciones? Quizás no puedas hacerlo cuando quieras. Y, que quieres que te diga, montar un negocio para acabar teniendo un jefe o varios, no va conmigo. Para eso trabajo por cuenta ajena que se cobra mejor y no te complicas tanto la vida.
El tema de los socios me parece también complicado. Hay personas que los tienen y les va genial, pero es complicado encontrar a alguien que esté totalmente alineado con tu filosofía de vida y que tenga exactamente las mismas aspiraciones que tú. En mi caso, al menos, ha sido complicado. Esto, como digo, no quiere decir que lo sea para todo el mundo.
¿Quiere decir esto que me cierro las puertas a tener socio? Para nada, de hecho, para el año que viene se están barajando algunos proyectos con socios, pero el grueso de mi negocio, el negocio central que maneja el resto de negocios siempre será unipersonal. Y cuando arranque un negocio de este tipo, siempre será algo que puedo hacer en paralelo a otras cosas y en la que los socios seguramente también tengan otros negocios paralelos. De manera que no sea nuestro centro de trabajo y podamos seguir siendo libres y vivir a nuestra manera.
Lo que sí tengo claro, nunca se puede decir de esta agua no beberé pero lo tengo claro desde hace tiempo y cada día más, es que no tendré nunca oficinas. Me parece absurdo tener la obligación de levantarme por la mañana y acudir a un sitio todos los días a hacer algo que puedo hacer perfectamente desde cualquier lugar del mundo.
Además, con mi forma de ser, estoy seguro de que sería el típico empresario que quiere entrar el primero por la mañana a la oficina y salir el último, porque considero que para liderar hay que dar ejemplo, y que quieres que te diga, para tener un horario y estar atado a un sitio tampoco emprendo.
Igualmente con empleados, intentaré seguir como lo hago ahora, generando una buena red de colaboradores que sean mucho mejores que yo en lo suyo y con los que, además, desarrolle relaciones de confianza. De esta manera, cada uno se preocupa por su negocio, siente su parte como suya, tiene motivación y ambición y todos somos libres. De este tema, el de los colaboradores, hablaremos en otro episodio porque es algo que, en mi caso, ha sido clave este año para crecer como he crecido y además, tengo planes para seguir afianzándolo al año que viene.
Y, por supuesto, intentaré no tener inversores. Siempre intentaré montar negocios como hasta ahora, empezando desde algo simple, poco a poco, y con mis recursos. Ah, e invirtiéndolos con cabeza para que sea rentable desde el minuto cero. Así lo hice con Estudio Iber, como te decía no fue igual con Flip&Flip, y así lo iré haciendo con todo lo que vaya saliendo a partir de ahora.
Cómo se que mi caso no es relevante, todavía, soy consciente de que quizás aún piensas que para facturar millones y tener grandes cifras en tu cuenta es necesario montar una startup y recibir inversión.
Así que de cifras más golosas también te puedo hablar con ejemplos de negocios de otros. Siempre nombro los mismos pero es que creo que merece mucho la pena indagar sobre lo que está haciendo esta gente montando negocios unipersonales y sin inversión.
El primer emprendedor que a mi me fascinó del mundo maker fue Pieter Levels. Pieter se ha pasado ya el juego, de hecho, si entras a su perfil de twitter, que te dejo en las notas de capítulo, puedes ver su progresión de ingresos anuales, y actualmente ya supera los 3M€. Además, en sus negocios más conocidos, Nomadlist, RemoteOk, y ahora Rebase, si en el link del navegador pones barra /open, podrás ver sus métricas en público, con el margen que le dejan los negocios, en la mayoría supera el 90%. Y todo lo ha hecho sin socios, sin empleados, sin oficinas y rechazando a muchos inversores.
En España tenemos el caso de Bosco Soler, con Sin Oficina, que de nuevo, con un negocio unipersonal, apoyándose en colaboradores para delegar ciertas tareas, ha conseguido montar una comunidad super molona de más de 500 miembros. En un inicio era más transparente con las cifras del negocio, ahora no tanto, pero bueno, puedes echar tus cuentas.
El último, que me ha fascinado este año, es Nudista Investor, nuestro Pieter Levels español. Lo que está consiguiendo con su membresía es muy interesante. Como ya comenté, hace poco compartió en su twitter que tras los primeros 11 meses había pasado los 200k de facturación, y, hace un par de semanas volvió a abrir su membresía. No ha compartido todavía los resultados de esta última apertura, tengo curiosidad, no sé si lo compartirá, pero si entre las dos anteriores se habían suscrito 3000 personas, que pagan 10€ al mes, podemos hacer unas cuentas de la abuela. De nuevo, negocio unipersonal, se apoya en Álvaro de Gente Invencible para montar el “tinglao” y en colaboradores dentro de la membresía para dar charlas, cursos y demás. Pero no tiene socios, ni inversores, ni empleados, ni, por lo que comenta, parece que vaya a tenerlos.
Y estos son solo algunos ejemplos, pero desde luego hay muchos más. También me gusta mucho el caso de Traf, un diseñador estadounidense que ha generado varios negocios de este tipo alrededor del diseño y le va muy bien. Sobre todo si te metes un poco en el mercado anglosajón, vas a ver cantidad de emprendedores montado negocios unipersonales con cifras enormes, que ya quisieran muchas startups.
Al final esto es cuestión de la filosofía de vida que tenga cada uno. Desde luego, es muy respetable montar negocios de la manera que uno quiera, pero es cierto que esta es una manera que va mucho conmigo.
Si crees que también va contigo te animo a que indagues por ti mismo con toda esta información que te he dejado.
Y bueno, hasta aquí. Si te ha gustado, pues ya sabes que compartir es vivir y es la mejor manera de apoyarme. Si no te ha gustado, no lo hagas, incluso dime por qué así me ayudas a mejorar.
Esto es todo.
Mil gracias siempre por escucharme.
¡Qué pases buena semana y nos vemos pronto!