24. La Keynote de Apple y cómo hago presentaciones QUE FUNCIONAN. O no.

 

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La Keynote de Apple. Semana de preparar una presentación de proyecto y otra para una charla de emprendimiento

 

Esta semana ha sido el evento de Apple y como todos los años, los diseñadores siempre estamos frikeando para ver el diseño de la Keynote. Como sabéis, Steve Jobs siempre destacó por ser muy muy bueno en sus presentaciones y sobre todo, la del 2007 en la que presentó el primer Iphone, es algo para enmarcar.

Seguramente la hayas visto, pero por si no tienes curiosidad, te la dejo completa en las notas del capítulo. 

Yo desde hace años he analizado mucho su manera de presentar para intentar aprender a presentar mis proyectos, ya sea el diseño de una Identidad Visual o un producto. Y creo interesante hacer este podcast porque de verdad, en mi caso particular, me ha demostrado que el invertir tiempo, mejorar y hacer buenas presentaciones es un elemento clave, casi me atrevería a decir que tan clave como el proyecto en sí. Está claro que si el proyecto no tiene calidad, por mucho que lo adornes, al final se verá la realidad. Pero también veo muchos casos de proyectos buenos, que por una mala presentación no se muestran bien, y es una pena. 

De verdad, en mi caso particular, te puedo asegurar que el hacer una buena presentación me ha llevado a que, te diría que, el 90 y muchos por ciento de los casos los clientes hayan aprobado el proyecto. Así que quiero comentarte algunas cosas que yo considero interesantes, y te dejaré también más abajo algún ejemplo de presentaciones reales que yo he hecho a mis clientes. Obviamente solo vas a tener la parte visual, te faltará el discurso que yo daba, pero quizás te puedan servir. Al lío. 

 

Conoce bien al receptor de la presentación y adáptate al contexto

La primera clave para mi es, dedica tiempo a conocer al receptor y el contexto en el que vas a presentar y trabaja la presentación exclusivamente para ello. Adáptala al contexto. No recicles por favor, creo que está bien que tengas un estilo propio y ciertas guías a seguir, pero dedícale tiempo a cada una pensando en ese caso concreto. El producto que presentas, la audiencia y el contexto siempre va a ser diferente, así que la presentación también debe serlo. Esto parece muy lógico y obvio, pero es que se ve mucha plantilla por ahí, que ya huele raro. 

 

Sintetiza. Sintetiza. Sintetiza. Quita texto.

Presenting Design Work / Alexander James O’Connell

Otra cosa es que sintetices. Un proyecto a veces tiene mucha miga detrás, y a veces podemos caer en la tentación de querer poner muchas cosas. Pero el tiempo de atención del cliente va a ser mínimo, así que sintetiza al máximo sacando la chicha y la esencia del proyecto para no aburrir y mostrárselo en el menor tiempo posible y de la forma más entretenida posible. 

Yo creo que hay que intentar que el cliente, el poco rato que dure, esté todo el rato viviendo una montaña rusa de sensaciones. Piensa que, normalmente, sobre todo cuando presentas algo de este tipo, el cliente está ansioso por conocer el resultado, es su marca, su producto, la que está detrás de ese trabajo, y le importa mucho, en general. 

Quita texto. Si pones algo que sea para apoyarte a ti en el discurso, pero que no sea un texto pequeño. Si el cliente tiene que esforzarse en leerlo, va a desconectar de tu discurso, así que cuida a dónde quieres dirigir la atención. Si pones texto, que solo haya texto en la diapositiva a poder ser. 

 
Clarifica tus objetivos y los de la audiencia. ¿Qué problemas importantes del receptor quieres resolver? 

Todo lo anterior son cosas más a rasgos generales. Una vez esté esto claro, yo me suelo poner a estructurar estratégicamente la presentación. Aquí siempre pienso una cosa, si yo fuera ese cliente, o en el caso de dar una charla, esa audiencia, qué querría ver. Es importante intentar clarificar qué objetivos tienes con esta presentación y cuáles crees que son los de la audiencia. Al final, tú estás ahí para resolver un problema, así que no olvidemos que el foco debe estar en que cuando acabe la presentación, el cliente ha de sentir que ese problema ha sido resuelto. Y que además ha sido resuelto de la mejor manera. 

 

Explica tu proceso. No lances solo el resultado. Muestra tu pasión.

Una vez tengo claro esto, lo que hago es empezar a estructurar en un papel el contenido y objetivo que busco con cada una de las diapositivas. 

Y aquí, en cuanto al contenido, una cosa importantísima: piensa que el cliente no tiene por qué entender cómo trabajas, ni el proceso que has seguido para realizar tu trabajo, de hecho en la mayoría de los casos no lo entenderá, así que ponlo en valor. Explícalo como si se lo explicaras a tu abuela y necesitases que lo entendiese. 

De verdad, no sirve de nada que muestres el resultado final sin unos preliminares. He visto muchos casos de presentaciones de Identidades Visuales en las que no se explica la justificación ni el proceso hasta llegar allí y es una pena, porque me parece que pierde la mayor parte del valor, además, corres un riesgo y es que el cliente entre solo a valorar el aspecto estético. Es decir, que simplemente pueda opinar si le gusta o si no le gusta. Si le parece bonito o feo. Y es un grave error, pero es que si no explicas todo lo que no se ve, todo lo que hay detrás del resultado, el cliente no es adivino. No se lo puede ni imaginar, porque no lo conoce. 

Así que por favor, explica de manera muy simple y sintetizada todo el proceso que has seguido hasta llegar al resultado y justifica absolutamente cada decisión y cada detalle del resultado final. Si has hecho un trabajo de calidad, tendrás tu justificación, así que cuéntala. Cuéntala, porque si no la cuentas, no se sabe. Y luego muchas veces, hay clientes que piensan que las ideas nos caen del cielo. Y no, ponlo en valor, por favor. . 

Es importante que destaques: 

  1. El problema inicial que tenía el cliente y el objetivo con el que se dirigió a ti.
  2. El estudio que tu hiciste y las conclusiones. 
  3. El porqué llegas a una solución concreta. 
  4. Cómo la vas desarrollando, detalle a detalle. 
  5. Y qué impacto le va a aportar tu trabajo en el futuro inmediato. Haz que sea capaz de visualizar ya que tu propuesta va a funcionar.  

Por cierto, como te he dicho antes, te dejo aquí colgada una presentación de una de las últimos proyectos de diseño de Identidad que he realizado, de hecho todavía no la he colgado en la web de Estudio Iber porque falta alguna cosilla por pulir en la web, que también le hemos hecho al cliente, pero te la dejo porque creo que es un buen ejemplo. Al menos, en mi caso concreto, funcionó muy bien y creo que con esa presentación dimos un salto para posteriores proyectos que hemos hecho. 

 

Sé natural: muestra tu opinión, pasión, personalidad única. 

Ah, otra cosa muy importante para mi siempre es ser natural. En mi caso no me gusta caer en palabros raros, tecnicismos ni lenguaje excesivamente rebuscado, porque yo no soy así, como creo que habrás podido comprobar en este podcast me gusta hablar normal y ser directo, así que así soy con mis clientes. Y hasta ahora me entienden… la mayoría de las veces jaja. 

También, en esa naturalidad, creo que es importante que muestres tu opinión, tu personalidad y tu pasión por tu trabajo. De verdad, eso se percibe, y si eres capaz de transmitir la pasión, a no ser que el cliente sea de hielo, funciona. Te digo que a mi me funciona, y no es algo que fuerce, me sale natural, pero normalmente he vivido tan intensamente el proceso que cuando llego a presentar el proyecto, estoy tanto o más ilusionado que el cliente.

 

Respeta a tu audiencia. Los tiempos. Sus comentarios pasados.

Otra cosa importante es que respetes mucho a la persona que tienes delante. A todos nos gusta sentirnos escuchados, respetados. Y creo que detalles como comentar y recordar ciertos comentarios que el cliente hizo, o ciertas cosas que él te haya comentado en algún momento del proceso, es un punto muy a favor. Pero es que además, demuestra que has estado muy pendiente e interesado en conseguir lo mejor para él. Que para eso nos contratan, si con lo que nosotros hacemos el cliente gana, nosotros ganaremos, si no, mal asunto. 

También es importante, volviendo un poco a lo de antes, que respetes sus tiempos. Si se ha acordado un tiempo para la reunión, planificalo, ensaya las veces que haga falta, pero ajústate, porque todos tenemos luego cosas que hacer y debe dar tiempo a presentar y posibles comentarios posteriores. 

 

Hazla interactiva. Haz preguntas.

Por que sí, esto no es un monólogo, bueno esto del podcast si jeje, pero me refiero que debes siempre hacer la presentación interactiva. Hacer preguntas, incitar a que el cliente comente, para que no se quede con ninguna duda y sea también, por otro lado, más amena.

 

Pon en valor cómo ese proyecto va a resolver los problemas del cliente/receptor.

La última parte para mí es clave, y es, una vez que has presentado la solución de diseño a la que has llegado, sea una Identidad o un producto, es bueno intentar que el cliente se imagine al máximo cómo va a funcionar ese diseño en la realidad. Por eso aquí, en el caso de los trabajos de Identidad Visual funcionan tan bien los mockups. El cliente, por lo general, si está lejano al mundo del diseño, con cualquier mockup suele flipar ya bastante, pero a mi me gusta intentar dedicar tiempo para seleccionar buenos mockups, porque hay muchos muy malos. Y también, intentar que no sean los típicos que se ven por todas partes.

Esto sirve mucho para comprobar y justificar que el resultado al que has llegado funciona, y ya con esto se suele ganar muchísimo.  El cliente debe acabar convencido de que esa era la propuesta idónea y no podía haber otra mejor. Está tan bien hilada y justificada, que no podía ser de otra manera. 

De hecho, yo, te confieso, que casi nunca nunca, presento más de 1 propuesta cuando sobre todo presento un proyecto de diseño de Identidad Visual. ¿Por qué? Porque considero que si he hecho un buen trabajo de investigación y desarrollo, todo eso me debería haber llevado a la propuesta idónea. Y esa es la única propuesta idónea. No hay más. 

 

Usa el poder de la narrativa. Narra una historia.

Una vez ya estructurado todo, claro, si además de todo esto, eres capaz de contar todo este discurso como si fuese un cuento para niños, mejor que mejor. Y dirás, ¿pero qué dice ahora este tío de un cuento de niños?

A ver, a todos nos gusta que nos cuenten historias buenas. 

Hay una charla TED buenísima de Conor Neil en la que habla sobre “cómo empezar un buen discurso”, os dejaré también el link en las notas del capítulo, son solo 8 minutos pero a mi me gustó mucho hace años cuando lo vi. En él, entre otras cosas, dice que está comprobado que si empezamos una presentación con ciertas frases o mensajes que nos recuerden al “érase una vez” de los cuentos de cuando éramos pequeños, funcionan, porque nuestro cerebro recuerda eso y lo asocia a un momento de disfrute. Creo que por eso es importante empezar con una historia, con un dato que sorprenda, con algo que ya les enganche desde el principio,  y después ser capaces de narrar toda la historia con un hilo conductor fluido, que se haga ameno y entretenido. Yo intento ensayar alguna vez precisamente por eso, e intentar buscar ese detalle que sorprenda y que la haga diferente. 
 

 
Busca el “wow”. Sorprende con algo que el receptor no se espere.

Por último busca el “wow”. A qué me refiero con esto, que intentes sorprender. Bien sea con alguna frase, anécdota o elemento del discurso, o con alguna imagen que no se espere, o que incluso sea un poco más de lo que esperaba recibir. Creo que es bueno intentar dar un poco más, para sorprender. Por supuesto sin pasarse, que nuestro trabajo vale un dinero. Pero siempre es bueno. 

 

Conclusión y final.

Piensa que cuando estás dando una charla o presentando, más allá de defender el trabajo y explicarse bien, es importante establecer una conexión con la otra persona. Debemos conseguir que la persona que nos está escuchando, conecte con nosotros, confíe en nosotros y en el trabajo que hemos hecho. Debe confiar tanto que esté convencido de que lo que le estamos presentando es exactamente lo que necesita. Que eso le va a cambiar, le va a hacer mejorar o crecer. Le debe ilusionar. Porque no nos olvidemos que al final, detrás del producto que presentamos, hay personas, va a haber una historia de personas relacionadas con él. Y para conseguir todo eso, primero hemos de haber hecho un buen trabajo para estar seguros y creer en ello. 

Y bueno, hasta aquí. Esto ha sido todo. Espero que te sirva de algo, estaría bien escuchar qué opinas tú de estos temas, o que me cuentes cómo haces tú las presentaciones, así todos aprendemos cosas y mejoramos. Ya sabes, que puedes dejarme un comentario en la plataforma que lo escuches o si prefieres, puedes encontrarme en mi web ignacioberges.com, donde te dejo también las notas ampliadas del capítulo con los enlaces y alguna cosa interesante que te he ido comentando. Y si quieres, puedes suscribirte a la newsletter así yo te aviso cada vez que tenga algo que contarte. 

Esto es todo. 

Mil gracias siempre por escucharme. 

¡Qué pases buen semana y nos vemos pronto!

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